icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Su Traición, Mi Feroz Revancha

Su Traición, Mi Feroz Revancha

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:1207    |    Actualizado en: Hoy, a las 19:02

modernos, una periodista con un historial impecable y

un oscuro secreto que yo guardaba por él, forzándome a retractarme de un

a la mañana. Huyendo de la ciudad, sufrí un espantoso accidente de auto y des

é pidiendo ayuda, solo para escucha

el que juró protegerme, había orquestado m

rta al fondo de

escatada del océano por un extraño misterioso, renací. Ahora, r

ítu

vista d

árcel. Yo era la brújula incorruptible del periodismo actual, la periodista con un historial impecable. Mi esposo, Bruno,

ventanales que iban del piso al techo, dándome la espalda, una silueta contra el resplandeciente horizonte. A su lado, en el lujoso sofá blanco, estaba Belén Garza, un

firme, sin traicionar la inquiet

jos como dos t

truiste

a B

ativo. Tenía pruebas irre

n, una actuación calculada. L

rse la vida po

robado secretos comerciales del Grupo Cohen para venderlos a la competencia. Había sido elogiada por m

o expuse. A eso me dedico. -Mi voz era más aguda ahora, un

u sombra cay

en años-. ¿Recuerdas hace tres años, cuando tu historial perfecto no era tan perfecto? ¿Cuando e

to. El que enterré profundamente, el que guardé por él, por noso

as -susurré, las palabras

e su bolsillo, tocando la pantalla. Una imagen granulada de un documento falsi

itaba, usado como un arma en mi contra por el hombre que juró amarme. Me estaba c

o en serio -logré decir,

irada se desvió hacia la chica quejumbrosa, y luego de vuelta a mí, desprovista de la calid

dad, mientras yo estaba allí, traicionada, con toda mi carrera en juego. Pensé en las largas noches,

rrera, mi reputación, po

e in

. -Miró su reloj, un gesto frío y calculador-. Tienes veinticuatro hor

su mano dándole palmadi

Belén. Ya es

. Me había prometido un para siempre, una vida construida sobre la confianza y la lealtad absoluta. Ahora, esas promesas se sentían como ceniza en

bre que una vez arriesgó todo por mí, ahora arriesgaba todo para romperme

esmero, se desmoronaba a mi alrededor. Lo miré a él, luego a ella. La decisión estaba tomada. No la suya, sino la mía. Est

ad se desdibujaron a través del repentino y ardiente escozor de las lágrimas que asomaron a mis ojos. N

licando una noticia de última hora. Mi propio medio de comunicación, transmitiendo

uerta, con la man

verdad? -Mi voz era plana

ón completamente en Belén, mu

o perfecto era un desastre. Y el hombre que prom

, sino para mí. El aire exterior se sentía

Obtenga su bonus en la App

Abrir