Su Traición, Mi Feroz Revancha
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modernos, una periodista con un historial impecable y
un oscuro secreto que yo guardaba por él, forzándome a retractarme de un
a la mañana. Huyendo de la ciudad, sufrí un espantoso accidente de auto y des
é pidiendo ayuda, solo para escucha
el que juró protegerme, había orquestado m
rta al fondo de
escatada del océano por un extraño misterioso, renací. Ahora, r
ítu
vista d
árcel. Yo era la brújula incorruptible del periodismo actual, la periodista con un historial impecable. Mi esposo, Bruno,
ventanales que iban del piso al techo, dándome la espalda, una silueta contra el resplandeciente horizonte. A su lado, en el lujoso sofá blanco, estaba Belén Garza, un
firme, sin traicionar la inquiet
jos como dos t
truiste
a B
ativo. Tenía pruebas irre
n, una actuación calculada. L
rse la vida po
robado secretos comerciales del Grupo Cohen para venderlos a la competencia. Había sido elogiada por m
o expuse. A eso me dedico. -Mi voz era más aguda ahora, un
u sombra cay
en años-. ¿Recuerdas hace tres años, cuando tu historial perfecto no era tan perfecto? ¿Cuando e
to. El que enterré profundamente, el que guardé por él, por noso
as -susurré, las palabras
e su bolsillo, tocando la pantalla. Una imagen granulada de un documento falsi
itaba, usado como un arma en mi contra por el hombre que juró amarme. Me estaba c
o en serio -logré decir,
irada se desvió hacia la chica quejumbrosa, y luego de vuelta a mí, desprovista de la calid
dad, mientras yo estaba allí, traicionada, con toda mi carrera en juego. Pensé en las largas noches,
rrera, mi reputación, po
e in
. -Miró su reloj, un gesto frío y calculador-. Tienes veinticuatro hor
su mano dándole palmadi
Belén. Ya es
. Me había prometido un para siempre, una vida construida sobre la confianza y la lealtad absoluta. Ahora, esas promesas se sentían como ceniza en
bre que una vez arriesgó todo por mí, ahora arriesgaba todo para romperme
esmero, se desmoronaba a mi alrededor. Lo miré a él, luego a ella. La decisión estaba tomada. No la suya, sino la mía. Est
ad se desdibujaron a través del repentino y ardiente escozor de las lágrimas que asomaron a mis ojos. N
licando una noticia de última hora. Mi propio medio de comunicación, transmitiendo
uerta, con la manverdad? -Mi voz era plana
ón completamente en Belén, mu
o perfecto era un desastre. Y el hombre que prom
, sino para mí. El aire exterior se sentía