La Última Venganza de la Esposa Indeseada
a pantalla. El metraje, grabado en confianza, un intento fugaz de cercanía en un matrimonio desolado, ahora se proyectaba para cientos de ojos juzgadores. Los susurr
un puñetazo, dejándome sin aliento y fría. Esto no fue un accidente. Fue u
cionando, juzgando, saboreando mi mortificación. Mi cuerpo se puso rígido, congelado en su lugar, una estatua de vergüenza. El aire
a pantalla, una sonrisa casi imperceptible jugando en sus labios. Ni un ápice de remordimiento.
entre la multitud sofocante, mis ojos fijos en la pantalla. Tropecé, mi brazo vendado palpitando, pero no me detuve. Llegué al escenario, ignoran
una fingida preocupación, dio un p
... esposa tan amorosa eras. -Su voz era empalagosamente dulce, goteando veneno. Se inclinó, sus ojos brillando con
o los controles de la pantalla. Apreté un botón, cualquier botón
cayó sobre
n paso adelante. Puso un brazo protect
tando de arruinar el cumpleaños de
Mis ojos ardían con lágrimas no derramadas-. ¡Acabas de a
ó con
autoritaria-. Mis disculpas a todos. Un pequeño disturbio doméstico. Sofía está profundamente molesta por este desafortunado incidente. Tengan la seguridad de q
mando el rostro de S
o vuelva a suceder. Protegeré tu reputación. -Le bes
or encima de mí. Por encima de Benjamín. Por encima de todo. Con una última mirada abrasadora al hombre que había sido m
ios, viciosos y crueles, inundaron todas las plataformas de redes sociales. La empresa de mi familia, Corporativo Moreno, fue atacada. Nues
a una batalla perdida. Por cada video que lograba eliminar, aparecían die
oídos. Mi teléfono vibró de nuevo, otra alerta de noticias. Más artículos sobre la "devoción" d
ola lágrima escapando
o. Mi voz era temblorosa, pero la ira
ardo? ¿Cómo pudiste
ranquila, ca
una escena. Sofía estaba muy molesta. Se sintió
histérica escapando de mis labios-. ¡Ella me atacó! ¡Fi
-Su voz se endureció-. Y te lo merecías.
a tu lado durante tres años! ¡Soporté tu frialdad, tu crueldad, tus asquerosa
n silencio escalofriante en la línea-. Y olvidas que Benjamín Peña todavía enf
eó con fuerza. Benjamín. Mi hermano.
ardo -susurré, las pal
oz estaba completamente desprovista de emoción-.
Oí la risa tintineante de Sofía, débil pero inconfun
ento, V
voz suavizándose, una calidez
Cariño, ¿
ego la voz de Sofía, es
! ¡Está aquí! ¡Me está ataca
estaba en el hospital! ¡No pod
a llena de una preocupación fre
e está lastimando! ¡Va a tirarme por el balcón! -chil
mente dando vueltas. Otro asalto fabricado. Otra acusación. Todo para pone
un rugido, llenó la habit
tu hermano? -No esperó mi respuesta-. ¡
ea se
rándose lentamente. Eduardo le creería. Siempre le cre
golpe. Eduardo estaba allí, su rostro contorsionado por una furia tan intensa que me heló la sa
ó. Simplemente me miró, sus labios curvándose con asco, como si yo
ermano criminal están más allá de la redención. -Se dio la vuelta y salió, cerrando la puert