Mi ex-prometido robó mis sueños
encontrándose con los míos. El aire crepitaba con una tensión más densa que cualquier cosa que hubiera sentido entre nosotros antes. Mi m
un gesto nervioso que
ersacional desconocido-. Le dije que no estaba interesado. Que estaba contigo. -Hizo una pausa, buscando en mi rostro una reacción, cualquier señal de la vieja Carla, la que se hab
ba preocupado por mi "idea equivocada", no por el hecho de que estaba abrazando a otra mujer, acariciándole el cabello, dej
i incumbencia. Con quién estás, o no estás, qué ideas tienen, o qué
da una cuidadosamente colocada, construy
tro. Claramente no había anticipado esta respuesta. Había esperado ira, lágrimas, tal vez inclu
hacia l
es, Damián.
mbio, se acercó, b
de que regresamos. No viniste por mí. Vendiste el departamento sin consult
mí. Es por darme cuenta de que merezco más que ser un accesorio conveniente en tu vida meticul
cerrarla. Su mirada era intensa, analítica, como si
Estás molesta. Estás abrumada.
a con todas mis fuerzas, sin importarme que su mano todavía estuviera allí, obligándolo a r
ta", "abrumada". Todavía no tenía idea. Veía mi partida, mi recién descubierta asertividad, como una aberración temporal, un
uda e insistente contra mi palma. No era Dam
confirmes algo sobre tus entregas del
dó suspendida en el aire, pesada de implicaciones
os? ¿Q
lización comunitaria de Tijuana -dijo, su voz grave-. El que completaste antes
tó la res
ble. Yo escribí ese
icial, la que acaba de llegar a mi escritorio, nombra a Katia Flores como autora principal. Tu n
a. Damián. Mi diseño. Mi trabajo. Mi propiedad intelectual. Robada. De nuevo.
, mi corazón martilleando contra mis costillas. Encontré el artículo, el título gritándome mis propias palabras. Y allí estaba. "Katia Flores, a
ción de años de investigación, mi pensamiento original, mi enfoque único para la renovación urbana. Era mío. Y él se lo había regalado. A Katia. Para solidificar su posición, para impul
gió en mí. Esto no era solo un
mada con una fuerza que hizo que mis nudillos doliera
toy ocupado
rabajo de revitalización de Tijuana. Katia Flores es la autor
uego, su voz, tranquila e
s de la presentación de esta noche. Pensé que la a
bra! ¡Mi propiedad intelectual! ¿Para 'animarla'? ¿Estás loco? ¡Ese traba
l-. Es solo una publicación. Un pequeño gesto. Katia tiene mucho potencial, y esto la
lor-. ¿Crees que no necesito el crédito? ¡Damián, vertí mi alma en ese trabajo! ¡Era mi bolet
d de ello er
engo la última palabra sobre todas las publicaciones de mi laboratorio. Tú eras una asistente d
ente de dibujo". No solo había robado mi trabajo, sino que me había despojado pública y brutalmente de mi valor profesional. La traición cortó más pr
, las palabras teñidas de un dolor tan profundo que sentí como si mi alma mi
quedó en