La hermana que él despreció, ahora adorada
Garz
y arrojado sobre mi tocador. Las palabras dulces y venenosas de Camila resonaban en mi cabeza. *Algunas personas no están a
nidos de su vida, tan vibrantes y plenos, se filtraban a través de las paredes, un recordatorio constante de todo aquell
mis piernas como cadenas. El aire en mi habitación se sentí
la luz de la luna, un monumento silencioso a una vida que estaba a punto de dejar atrás. No había tocado en años. Ale
nota suave y discordante rompió el silencio. Me eché hacia atrás como si me hub
ndo las tareas finales: recoger mi nueva identificación, cerrar mi antigua cuenta banc
a, un dolor sordo e insistente detrás de los ojos. Me sentía vacía, agotada. Pero también había una
sentidos. Camila, con los ojos brillantes y una alegría irritante, estaba poniendo la mesa.
demasiado alta para mi cabeza palpitante-. ¿Dormiste bien?
a de café, sus mo
reíbles hot cakes de limón y ricotta? Dijo que ustedes dos solían ir allí todo el tiempo. -Su
é, el calor filtrándo
l le encantaban los hot cakes, y yo s
un destello de algo ilegib
oltó una
a nuestro primer brunch como casados, definitivamente deberíamos ir allí. Suena tan romántic
no en mis diseños, la forma en que escuchaba atentamente, su mirada cálida y tranquilizadora. In
... apropiado. -Forcé una pequeña y tensa sonrisa
ó su teléfono, su mirada
, Sofi? Pare
na confianza que no sentía-. Solo un día ocupa
amente contra el suelo. Necesitaba e
a nota de sospecha en su voz-. ¿A dónde
ue tenía que saber cada uno de mis movimientos, di
ar algo de ropa vieja -mentí
? -Sus ojos eran agud
ervando nuestro intercambio
tarte cada uno de sus movimientos. -Me dio una mirada comprensiva, pero sutil
licación era clara: estaba tratando
igrosamente uniforme-. Y no, Camila, nada escandaloso
u alta figura proyectan
emas. Especialmente con el dinero. -Su tono era condescendiente, displicente-. Técnicamente, sigo
era mi tutor. Ya no. Tenía dieciocho años. Una adult
briéndose la boca con una m
dad, querida? Especialmente no con tus nuevas... aspiraciones. -Sus ojos brillaron con un destello de complicidad.
aspiraciones. Las mismas que él había alent
a mantener la calma. Esto
me, desprovista de emoció
ejando atrás el café, los pastel
dolor en mi corazón. Me ajusté la chaqueta, encogiendo los hombros contra el frío.
ejandro, sus rostros juntos, sonriendo radiantemente. El pie de foto: "¡Tan emocionada por nuestro futuro, mi
s. "¡Qué lindos!" "¡Metas de parej
a. Mi visión se nubló. Un futuro. Su futu
a por romper. En cambio, una desesperación profunda y escalofriante se apoderó
alabras se sintieron como ceniza en mi boca-. Felicidades por