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De la Humillación a la Reina de Nueva York

Capítulo 4 

Palabras:1182    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:21

ista de So

he a alta velocidad. Damián. Aquí. Ahora. Toda la humillación de dentro del antro, la bofetada de Carla, la súpl

sta de cualquier emoción-. Te vi s

Benny. Levanté la cabeza de golpe, una ol

on Benny? ¿Q

rló, un soni

logrado agredir a Leo de nuevo.

e se ta

o es posible

tu "buen chico" tiene bastante mal genio. Quizás si no estuvieras tan o

puntadas con precisión quirúrgica a mi

cho por él. -Mi voz se elevó, quebrándose de indignación-. Es solo un

Damián se en

l. Tu hermano amenazó al primo de mi cliente. Y se niega a disculpa

o se extendió

z tembló-. No... no puedes hab

stro una máscara de piedra-. Especialmente cuando hay reincidencia. -Se dio la

garganta. Mi voz era ronca, apenas audible-. ¿Alguna ve

, de espa

, Sofi. Siempre lo he h

ajo el duro resplandor de la farola. La humillación, las heridas frescas de las crueles pal

ramadas. Mi departamento, pequeño y escasamente amueblado, se sentía frío y vacío. Benn

uesos. Mis dedos encontraron mi teléfono y escribí un mensaje rápid

abrirse. Benny entró a hurtadilla

ensa por la preocupación-. Damián dijo

dejando caer su mochi

una lección a es

un salto-. ¡Benny, están hablando del tutela

haciéndote la víctima, como siempre. ¿Crees que no lo veo? ¡Solo quieres quedar bien

ose-. ¡Soy tu hermana! ¡Soy todo lo que te queda! ¡

e torció en

or la que están muertos! ¡Les gritaste, los hiciste enoj

aron, abriendo viejas heridas. Se me cortó la

cerró de golpe la puerta de su habitación. El sonido resonó

e culpaba de todo. La muerte de mis padres, nuestra deuda, nuestras vidas rotas. ¿Tenía

El único sonido en el departamento era mi propia respiración en

rta de Benny estaba entreabierta, su habitación vacía. Se había ido. De nuevo. Mi teléfono vib

pedazo de mi alma arrancado. Pero no tenía opción. Benny estaba ah

iar desde la televisión en la sala común. Era Claudia. Su rostro, impecablement

que experimenté en la universidad, y ahora con el trágico accidente de mi querido primo Leo..

hicas-. Después de todo lo que Sofía Garza le hizo pa

otra-. Es tan leal, tan protector. I

¿Ángel? Era una farsante, u

e-. ¡Es una mentirosa! ¡Una falsa! ¡Constru

levisión, y de nuevo a mí, sus rostr

da de escepticismo-. ¿Después de toda la evidencia, después de l

vía? Nadie me creería nunca. No cuando Claudia había te

corazón martilleaba contra mis costillas. Empujé la

za de la mesa, dominando la habitac

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