Esposa Invisible, Corazón Roto y Divorcio
na
redactar ese correo una docena de veces. ¿Cómo le decía que estaba embarazada? ¿Cómo le explicab
e mis pensamientos. "Alina, Román te espera en
nstalado en la casa. Me miré en el espejo. Mis ojos estaban cansados, mi rostro pálido. Se
e, un fugaz destello que no pude descifrar. Me esforcé por mante
Román?", pregun
u voz suave, casi cariñosa. Me sorprendió. Era l
tro primer aniversario de bodas. Un lugar que ahora me parecía un mausoleo de sueño
e sepas que me importas", dijo, tomando mi mano. Su tacto, q
espués de todo lo que ha pasado?",
Nilda...", Román comenzó, pero fue interrump
un desmayo. Está en el hospit
lado. Otra vez. La misma escena, el mismo abandono. Las palabras de Nilda en el
", dijo Román, levantándose de la
é sola", respondí, mi voz helad
e a mí. Las palabras atascadas en mi garganta, el nudo e
des
l olor a desinfectante, el sonido de los monitores
lina, ¿estás bien? Román m
mán? ¿Y Nilda?", pregunté
sto. Y Román... está con ella",
de dolor. Otra v
nte? Tuvimos que hacerle algunos exámenes. Su presión arterial e
detuvo. Mi sec
le diga a nadie. Es un
erto, su compañero está en la habitación de al lado. Su espo
ero? ¿Román
tación de al lado. También está embarazada. Parec
e venía abajo. Nilda. S
llo. "El señor Sánchez es tan guapo. Y tan ate
grimas. Nadie me vio. Nadi
sobre lacrado me esperaba en mi escritorio. Mis documento
je a mi abogado. "Retrasa la entrega hasta que yo esté fuera
buzón. Era el fin. El fin de mi matrimonio, el fin de