El engaño de su falso amor
a Bar
las columnas clásicas, el jardín inmaculado; todo gritaba riqueza y poder, pero también un
ázaro, su voz suave, una ma
ado el momento de enfrentar a mis demonios. No est
staban sentados en el sofá de cuero, sus rostros tensos, sus ojos como dagas. Eri
gran sala. "¡Por fin te dignas a aparecer! ¿Dónde demoni
un cálculo frío. "Tu irresponsabilidad es asombrosa, Ximena. ¡D
n sus ojos, agregó: "Estábamos tan preocupa
s? ¿O más bien molestos porque su preciada fusi
. "¡No te atrevas a hablar de esa manera! ¡Éric
da. "Me abandonó. Y tú, padre, lo s
ad incómoda flotando en el aire
tante es que estás viva. Y este matrimonio, Ximena, este matrimonio se llevará
padres me veían como una pieza de ajedrez, un activo en s
oz firme. "No me
n los cejas levantadas. Soraya ni siquiera se a
preguntó mi padre
seré la esposa de un hombre que no me ama y que me abandonaría en un i
le. "¡Él es un buen hombre, Ximena! ¡Un futuro
por vuestro beneficio? ¿Alguna vez os importó de verdad mi felicidad, mi bie
atreves! ¡Todo lo que hemos hecho ha sido por
i bien! ¿Mi bien? ¡Me habéis tratado como una inversión, no como una hija! ¡Me habéis obligado a cumplir vu
a la satisfacción de verme débil. "¡Me habéis moldeado, me habéis entrenado,
eroz. "¡Ya no soy vuestra marioneta! ¡Ya no seré la s
ia. "¡Si sales por esa puerta, Ximena, lo pierdes todo!
r libre, que tenerlo todo y ser vuestra prisionera. Me iré. Y construiré mi
da. "¡Ximena, no seas tonta! ¡No puedes h
lo sé. Pero aprenderé. Y no regresaré hasta que pueda mi
pasibles. Me miraron como si fuera una extraña, un
a Ximena. Y estaba a punto de
lta, lista p
gritó mi padre. "¡Te arrepentirás de esto! ¡La c
cerrarse detrás de mí fue el eco de m