icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

El engaño de su falso amor

Capítulo 4 

Palabras:1287    |    Actualizado en: 18/12/2025

a Bar

derosa que me envolvía. Su advertencia, lejos de asustarme, encendió una chispa de determin

pto cualquier condición. Lo que sea, Lázaro

quier atisbo de duda. "Estas segura, Ximena. No hay vue

nquebrantable. "Estoy seg

a de alegría, sino una de comprensión, casi de... aprobación. Era una sonri

Las horas pasaron, y el cansancio y el shock comenzaron a pasar factura. Mi cuerpo, a

aro me alzó en sus brazos, su fuerza me pareció un ancla en medio de la niebla que nublaba mi mente. Su

, una voz familiar, chillona y fur

¡Maldita s

Éric. Y con él, mis padres, su

tre ellos y yo. La escena parecía sacada de una pesadilla. Éric

s tan preocupado, mi amor!", ex

amente bien, Éric. No te preocupes por mí. Pr

tiñó de un ligero rubor. Sus ojos evitar

rostro pálido y sus ojos rojos, como si hubiera llorado to

quebrada, "¡Sabes perfectamente lo mal que ten

la responsable de todo? ¿Que yo había provocado el incendio

lidad, su inocencia. Pero ahora, al ver la calculada manipulación en sus o

ró de mí. No. No volver

niciado el incendio, Soraya. Ni haberte arrastrado al resor

dida por mi tono. Su máscara de fr

!", exclamó Éric, defendiéndola como siempre. Su mano se po

a, Éric? ¿En serio? ¿Después de todo lo que ha pa

lenos de una mezcla de ira y culpa. S

raya, su voz ahora teñida de un matiz

ompasión que una vez sentí por

ima vez que necesites un rescate, tal vez deberías intentar hacerlo p

instintivamente. Mi mirada la taladró, re

asaría si no estuviera? ¿Llorarías hasta que alguien más v

rró, sin palabras. Me había golpeado donde

terponiéndose entre nosotras. "¡N

l se extinguió. En su lugar, quedó un vacío, una claridad helada. Él n

Tú me hablas de derechos. ¿Qué derecho tenías tú de prometerme al

n sus ojos. Pero ya era demasiado tarde. La Ximena que lo había amado,

sitaba su drama, sus acusaciones, sus promesas

la escena en silencio. En su mirada, vi una comprensión tácita,

ra tranquila, pero con una determinaci

que estaba estacionado cerca. Cerré la puerta con

ejeo con Éric. Me había aferrado a mí misma con tanta fuerza que sus d

a tormenta de emociones. Miré por la ventana, el pu

un arquitecto. Mis ojos se abrieron de par en par. ¡Ese era el llavero que yo había enviado a mi benefactor anónimo

esto?", pregunté, mi

a sonrisa tensa apareció en sus labios. Se sonrojó ligeramente, un ge

ijo, su voz un poco má

nvié?", insistí, mi cora

teñido de un leve rubor.

la arquitectura, las cartas anónimas con el dinero que me permitieron estudiar. Y la pequeña

anónimo. Mi salvador en el lago. Y a

Obtenga su bonus en la App

Abrir