icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Me robaron todo: Ahora yo tomo lo mío

Capítulo 2 

Palabras:1642    |    Actualizado en: 18/12/2025

por años de inactividad forzada y las insidiosas drogas de Carlos, dolían con un palpitar sordo y persistente. Pero el dolor en mi corazón eclipsaba cualquier

mi habitual licuado de "recuperación" en su mano. Sus ojos, una vez percibidos

astante rápido anoche. -Apartó un mechón de pelo de mi cara, un gesto que solía llenarme de calidez

iva. Lo miré, luego a su rostro expectante, un destello de desafío encendiéndose dentro de

o fragmentos de vidrio en mi garganta. Aparté su mano, el vaso

us ojos. No estaba acostumbrado al desafío de mi parte. S

zoncito? Usualmente te

ción, un cambio sutil que pareció desconcertarlo. Era el desprecio silencioso de una r

temente, volvió a colocar e

nces? -Sonaba perturbado, molesto por esta i

implemente-. Agua

vienta. Cuando María, nuestra amable ama de llaves, llegó,

lave -instruyó Carlos, su tono un poco más agudo de lo

icuado, un sutil destello

ijo que las bebidas de la señora Kelley deben prepararse

ra solo su asistente; era la carcelera de mi prisión. Contro

ena, que acababa de entrar en la habitación, se detuvo en seco, una expresión de

es, la gente como nosotras simplemente no sabe qué es lo mejor para sí misma. Especialmente cuando estamos... confinadas. -Su mirada recorrió mis piernas inmóviles, una sonri

imagen perfecta. Por un momento fugaz, sentí una ola familiar de desesperación, el peso aplastante de su influencia, los

para que me defendiera. Él estaba de pie junto a Jimena, su brazo todavía casualmente alrededor de ella,

de Jimena-. Solo está cuidando de ti. Tiendes a... pensar demasiado las cosas. Y tu condición, ya sabes, puede ser bastante agotadora.

misma cosa que él había causado. La traición definitiva. Mis ojos ardían, per

para destruirme, orquestada por el hombre que amaba, ayudado por la mujer cuyo padre me había dejado lisiada. Eran un par de víboras,

conscientemente los bord

ila, casi serena-. Tienes razón. Me discul

e creyó. Creyó en mi sumisión. Estaba tan cegado por su propia arrogancia, por su sentido

rostro-. Ella entiende. Siempre lo hace, eventualmente. -Le dio a Jimen

iunfo puro e inalterado bailó en sus ojos, una silenciosa y viciosa declaración d

el rostro complaciente de Carlos. Mi mente era un torbellino de recuerdos, promesas rotas y revelaciones escalofriantes. Había prometido un pa

ambió de inmediato. La dulce sonrisa desapareció, reemplazada por una sonrisa cruel y depredadora. Tomó una delicada figurilla de porcelana de mi me

pieza. -Con un movimiento de muñeca, dejó caer la figurilla. Se hizo añicos en el suelo de mármol, un so

n mi pecho. Estaba desmantelando sistemáticament

urro, pero cargada de una nueva y escalofrian

geló, su rostro perdiendo color. Sus ojos, usualmente tan confiados, se

udeó, su voz delgada, forzada-.

antable. Una fría satisfacción se extendió

ncio Howard. El hombre que me atrop

tos de miedo, de repente se entrecerraron con

que se vio obligado a conservar! -Dio un paso más cerca, su voz un siseo-. ¿Y Carlos? Siempre te odió. Se casó contigo por las conexiones de tu familia, pero me amaba a m

mplemente piezas de un rompecabezas, ahora completamente ensamblado, revelando una imagen de depra

-pregunté, mi voz peligrosamente suave-. Es un castill

olvidado. Pronto, estarás fuera de esta casa, fuera de nuestras vidas, y nadie recordará siquiera que exististe. -Tomó mi bastón plateado, un símbolo de mi frágil independencia, y

Obtenga su bonus en la App

Abrir