Enmarcada por el amor de mi esposo
do si asistiría a su fiesta de decimoctavo
silencioso de mi cuarto vacío. Continué con mi rutina, fregando la mugre de las vidas de otr
palda gritando en protesta mientras movía otra carga pesada. El algodón barato de m
alto que yo ahora, su complexión delgada irradiando una energía juvenil que yo ya no poseía. Sus piernas, una vez torcidas y frág
on las manos metida
esacostumbrada a la palabra,
mbro, el peso una carga familiar. Pasé junto a él, mi mirada fija e
. Catalina y... Javier... todos te hemos extrañado mucho -hizo una pausa, tomando aire-. No respondiste a mi mensaje. Hoy es mi cumpleaños
apaba para una aventura nocturna. Esa mism
edor. El mundo pareció contener la respiración. Lo miré, realmente lo miré, por primera vez en siete añ
única palabra un ra
es de la construcción. El viaje fue silencioso, puntuado solo por los nerviosos intentos de Ángel de hablar, cada uno recibido
no estaba decorado como una fiesta de decimoctavo cumpleaños. Era una pedida de mano. Todo gritaba romance
us facciones. Se paró a mi lado, más pequeño ahora, casi
sosteniendo un anillo brillante hacia Catalina, que sonreía
. El decimoctavo cumpleaños de mi hijo era simplemente un telón de fondo, una nota al pie de su g