Amor envenenado: El desenlace mortal de una amistad
nuestro camino de entrada. A veces, se despertaba antes del amanecer del lunes, solo para tener unas horas extra conmigo a
fiebre repentina y aterradora que me dejó sin aliento. Mi padre, co
egado a mí. Una figura estaba desplomada en la silla junto a mi cama, su
o podía estar aquí? Se suponía que estaba a ci
mi mano, sobresaltándome. Se movió, sus
oción. Apretó mi mano con más fuerza-
, mi garganta todavía a
libre extendiéndose para
antenerme alejado. -Me atrajo en un abrazo feroz, su cuerpo
más hermosa que jamás escuché. En ese momento, supe, con cada fibra d
blo, lo dejé todo atrás para mudarme a la ciudad, para estar con él, siempre. Que
contrar a Alejandro esperándome, lo encontré en los brazos de otra mujer: Ivana, mi mejo
scapando de mis labios. Sentí como si me hubieran arrancado el corazón del pecho, dejando un vacío sangrante y abierto. Todos los hermosos castillos de arena
ilante e insegura, me tr
era, la que Alejandro había hecho para mí en la prepa. Era donde
íamos pasado incontables tardes riendo, compartiendo secre
uy abiertos e inquietantemente serios-. Siempre fuiste tan buena conmi
ja, luego de nuevo a m
s saber
mblorosa, a