Embarazada y Repudiada: La Traición del Alfa
rabia reprimida. Cuando llegamos a la extensa propiedad, el sol se e
ado del pasajero para ayudar a Elena. Ella se apoyó pesadamente en él, s
ntas, guardias, cocineros- se detuvieron y miraron fijamente. Era altamente irregular que
la ama de llaves principal, Marta. Mi voz e
os pisos de mármol-. Elena tomará la Suit
. La Suite de la L
sa es nuestra habitación. Ahí es donde du
on una mezcla de culpa y terquedad-. El doctor dijo que sus niveles de est
e-. Estás desalojando a tu es
debo dormir? -pregunté,
o tranquilidad. Tal vez... tal vez Aria no debería estar en el mismo piso
mado a un alma! -grité.
su rostro en el pecho de Teo. -¿
strelló contra mí como un muro físico. Mis rodillas cedier
los a bloquearse. Esta era la traición definitiva. Usar la autoridad del
piso -ordenó Teo a Marta, negándose a mirarme-. La
aciones húmedas y con corrientes
dose ligeramente para que pudiera hablar-. Hac
r la gran escalera-. Solo hasta que Elena
ncima de su hombro. Una pequeña sonrisa triun
sus ojos llenos de lástima. -
mi brazo-. Una Luna inspira respe
legaban a esta parte de la casa. Me acurruqué en el colchón estrecho y lleno de b
mejorados captaban el aroma del almizcle de Teo mezc
mesita de noche. Era u
de Guerra. Vamos en camino. Resis
ió al abrirse. Teo estaba allí, silueteado por
da? -pregunt
manta más fuerte. -Está helad
bello. -Lo siento. Es solo por unas s
mano para tocar mi mejilla. A medid
Olía a sexo
nta de náuseas me invadió. Mi cuerpo,
ocediendo contra la pared-
-Estoy tratando de hacer las paces, Aria. Estoy tratando de
e, apretando el dispos
da. Si Jaime se entera, declarará la guerra. ¿Quieres eso en tu conciencia? ¿Una
el teléfon
por él, pero él
omportarte -dijo fríamente. Se dio la vuelta y s
menos el mensaje había sido enviado. Ahora,