icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Lienzo Roto, Espíritu Indomable Surge

Capítulo 4 

Palabras:1587    |    Actualizado en: Hoy, a las 12:16

sta de Keyl

del golpe que había recibido. No se inmutó, no volvió a gritar. Sus hombros estaban rígidos, su cabeza en alto, sus ojos

ueva lesión que debía haber sufrido-. Por favor. Hay un terrible err

emblorosa, tratando

de esto. Te vas a arrepentir, Axel, te lo

stro aún contorsio

asado con una perra mentirosa y traidora como ella! ¡Y tú, Dalia, solo la solapas! Nunca

s ojos barriéndonos a

e se merecen. -Se agachó, a

o estallando. Pero mi madre fue más rápida. Se lanzó hacia atr

ugnante, seguido de su grito gutural. El sonido me atravesó, desgarran

a través de su cuerpo al mío. Mi corazón se estaba rompiendo en mil pe

o la lastimes! ¡Es inocente! ¡Juro por Dios que no hice nada! ¡Este bebé es tuyo! ¡P

mente en mis brazos. Estaba tan débil, tan frágil. Pe

ficios que hice por ti, Keyla! ¡Recuerdo haberte dado todo, tolerar tu "arte", aguantar tu tempera

rangulado, su cuerpo repentinamente quedando inerte contra mí. El peso cambió.

madre desplomarse en el suelo. Mis manos, aún aferrándola, se separaron pegajosas y rojas. Sang

e escapó de mi gargant

suavemente, pero su cabeza cayó hacia un lado. Sus ojo

dose por su rostro. La rabia en sus ojos parpadeó, reemplazada por un miedo terr

lado, sus manos fl

stá respirando -susurró, un suspiro irregular escapando de sus labios. La levantó, sorprendentemente con delicadeza, y l

u sangre. Busqué mi celular a tientas, mis dedos torpes. Nec

ando los números co

s brillando con un pánico renovado y desesperado.

amando, Keyla? ¿A

i madre! -grité, las lágrimas corriendo por mi

ido violento, arrojó mi teléfono contra la pared de concreto. Se hizo añicos en una docena de pedazos, su

se de mi garganta-. ¡Arruinaste todo! ¡Destruiste mi

es tu culpa! ¡Todo esto! -Se abalanzó sobre mí de nuevo, sus manos agarrando mis hombr

is uñas rasgaron su cara, dejando marcas rojas de furia. Mis luchas desesperadas solo parecieron alim

os llameando. Me pateó de nuevo, esta v

da dentro de mí. Pero su pie conectó con mis manos, luego mis muñecas, luego mis antebrazos. Un destello cegador de dolor atravesó mis brazo

na rabia aterradora y retor

eligrosa-. ¡Protegiendo al bebé de él! ¿Crees que no lo

tada era deliberada, brutal. Mis dedos gritaban en protesta, mis muñecas palpitaban. Sentí un crujido repugnante, luego

re alto y de hombros anchos de antes, que había regresado con otro ho

en el aire. Se giró, su rostro

rio cercana, su contenido ya derramado, y se la arrojó. Se estrel

, con la voz ronca-. ¡No saben lo que h

n el sillón. La violencia estaba escalando, y claramente estaban superados. Lentamente, a regañadiente

do, sus ojos aún ardiendo

e cogió, y luego me jodió en un trato el mes pasado. Debí haber sabido que ustedes dos estaban juntos en esto. Siempre tratando

iles, el desprecio apenas velado que Jule a veces tenía por las ideas de Axel. Axel siempre lo había descartado como compete

. Querían destruir a Axel, y yo era solo un daño colateral. ¿Pero por qué yo? ¿Po

ía romper sin miedo a represalias inmediatas. Estaba descargando todas sus frustraciones, todas sus inseguridades, toda su rabia contra Jule, en mí. Era un cobarde. Un cobarde vil y despreciable. Y en ese momento, lo vi por lo que realmente era. Mi padre siempre me había

Obtenga su bonus en la App

Abrir