Lienzo Roto, Espíritu Indomable Surge

sta de Keyl

el olor antiséptico de un hospital. Mis párpados se sentían pesados, pegados. Escu

recogidos y colocados en una bandeja. Forcé mis ojos a abrirse, parpadeando contra la luz dur

ana. Un pequeño bulto blanco yacía allí, apenas visible. Un

bil. El sonido raspó contra mi

se congeló, su mano aún flotando sobre el bulto. Los médicos

que había llamado a Axel, dio un

e una empatía practicada-. Lo siento mucho. El

un golpe de mazo, abriendo la herida en mi pec

ra. Castillo -continuó la Dra. Evans, su

rompió en un millón de pedazos. Lágrimas, calientes y punz

ca desesperada-. Por favor, so

rucado en posición fetal, no más grande que la palma de su mano. Era una personita completamente formada, con dedos delicados en manos y pies, una nariz diminuta.

con un dolor insoportable. Mi hermoso h

dor. Era un sonido de puro duelo absoluto, el lamento de una ma

locó una mano su

astillo -dijo, su voz pesada de

artando su mano-. Quiero enterrar a

cabeza, sus ojo

le, Sra. Castillo. Política

stigios de mi fuerza drenándose de m

Las luces fluorescentes del pasillo se desdibujaron sobre mí mientr

parado, su rostro marcado por la preocupación y círculos oscuros bajo sus ojos. C

.. quieren llevarse a mi bebé. -Las lágrimas bro

n músculo saltando en su mejilla. Mi

con su hijo. ¿Hay alguna manera de

tal, las legalidades de los desechos médicos, pero mi

endo esto. ¿Verdaderamente no hay manera de acomodar sus deseos, por el bien de su bienestar emocional y psicológico? -Luego s

ó a mí, luego a mi padre, luego de vuelta al pequeño bult

ntación legal adecuada y una escolta policial... podría ser posibl

sus ojos. Habló con la enfermera, quien a regañadientes

octora. Arr

ó mi

. Tu bebé será cuidado

pensamiento de la forma inconsciente de

piró, un son

permanente. Solo se desmayó por el shock y el golpe inicial en la cabeza. Está desca

nté, un temblo

e mi padre

pes por él, Keyla. No volverá a molestarte a ti ni a tu

Se había acabado. La violencia, las acusaciones, las mentiras. Pero el costo fue

nclinó, besan

amor. Superaremos es