Su prometida indeseada fue su verdadera salvadora

n mil pesos de encaje cosido a man

, el futuro Don de Monterrey,

Me miró a los ojos y lo llam

on frialdad-. Le debo este hijo. Lo criarás como

esión de fotos de compromiso p

al viaje que se suponía

por completo mi alergia mortal a los crustáceos, mientr

nté irme, m

ina. Compórtate como tal. El

se

en ese callejón, Isobel

en le suturó la arteria femoral y le salvó l

ación de veinte años para paga

té. No

arcador rojo y caminé

en el altar a su obediente Reina, yo ya estaba a

e cuatro palabras gara

namos,

ítu

o a mano cuando descubrí que mi prometido ya le h

nila, deslizado bajo la puerta de mi departamento como una amenaza

te. Cinco sema

iguraba era Da

de concepción. Fue hace seis semanas, la misma semana que Dante me d

ga. Se estaba acostando

que podía silenciar una habitación con solo mirar su reloj. Era la violencia envuelta en un traje de tres piezas hecho a medida,

pareja perfecta, silenciosa y obedi

ta de que no era su compañera. Era solo un mueble,

mente. Luego caminé hacia el calendario

o y llamé al sa

élalo

o lado, aterrorizado de ofen

a voz plana-. O que

lg

mis huesos. Reuní cada regalo que me había dado en los últimos cinco años. El collar de diamantes. El re

metal en el centro de la sala. Los

í un c

un chillido agudo que ignoré. Vi cómo las c

abrió tres

o y a pólvora. Vio el humo. Vi

uplicar. Solo se aflojó la corbata y m

oz era un murmullo grave que normalmente me rev

etí, la palabra s

al vez menos. Quería un hijo antes de irse. Es el precio del Tratado

aste con

o clínic

oincidía con un tratamiento de fecundación in

bre mí. Medía casi dos me

llejón detrás de la bodega. Me arrastró a la casa de seg

zón se

años. La

que había s

ue Isobel del Monte, una mujer que se desmayaba al ver una cortada

había h

licencia médica y mi vida para salvarlo, y luego desaparecí antes de que d

a mí. Y se la esta

que críe al hijo

on un tono gélido-. Esto pone fin a la guerra. Son negoc

líneas alrededor de sus ojos se suavizaron. Un

e había dedicado a mí. Ni

-dijo-. Es Isobel. Ti

consolar a la mujer q

el anillo derritiéndos

i laptop y abrí u

Lalan. Fecha de sali