Su prometida indeseada fue su verdadera salvadora
do en un fantasma
rritoriales" en la zona sur, una excusa lo suficientemente vaga para s
ra regla de la
Busqué a Isobel del Monte. Su perfil era público. Por su
a foto d
ca Del Monte estaba allí, con un aspecto regio y aprobad
amente sobre la silla. Sonreía a algo que Isobel estaba dic
n casual. Era un gesto po
ue perten
ante descansando sobre su vientre apenas visib
e subía por la garga
ado. Era una declaración de propiedad, un recordator
rar calidez. Simp
erví un vaso de vodka. Ni siquiera me gustaba el vodka. Sabía a líquido
un trago.
civiles. Las que pensaban que Dante era un "consul
dama de honor la próxim
mente, mi visi
pregunten. Por favor,
ión de preguntas pudiera golpearme. No podía sopo
principa
las 2
seco cuando me vio sentada
nariz se arrugó co
ijo. No era una observa
mi voz sonando hueca
n paso atrás, como si mi olor fuera
olores fuertes -dijo, con tono
seco y quebradizo qu
o está aq
ado-. No puedo oler a vodka barato. Es una f
de r
er su nariz mientra
denó-. Te estás po
ó ligeramente, pero me estabi
debería estar a
ba. -Necesitamos tener una reunión, Nina. Ne
bé ni siquiera ha
da que dis
visitas y cerré la puerta con llave.
roja. Quería lavarme el vodka. Que
lavar