Su prometida indeseada fue su verdadera salvadora
el cristal blindado d
taba
nreía con suficiencia. Se burlaba. Soltaba risas secas y s
afuera, bajo el sol. Se
taba enferma, sí. Pero no estaba postrada en cama. Estaba lo suficientemente bien como para viajar. Lo suficientemente bie
contra la encimera
lia Ca
ía conocido durante un seminario al que no se suponía que debía asistir. Ella representaba el mundo de la l
voz era brillante, ale
a, J
s familiares -comenzó, con cautela-. Pero el profesor Moore preguntó por ti. El
ndo que la i
mente-. Sé que el momento es terrible. Pe
boda estaba marcada con un círculo de tinta roja. Se suponía
o parecía
o para la boda -di
ausa. -¿Ah, no?
erza, mis nudillos se pusiero
o, Nina. Lo
je-. ¿Cuándo empie
tu... bueno, dos días
llega
vuelo largo. Estarás completamente aislada. Los acuerdos de confidencialidad so
a perfect
ia. Noches, fines de semana, día
ralo hec
ndo la puerta de
tener que volver conmigo, como si regresa
o como si espantara una mosca-. Quiere q
ías ir
casmo, esperando los celos. No encontró nad
s ojos por un segundo fugaz antes de que la arrogancia
a pelear
sión de un hombre que creía haber g
o me besó en la mejilla. No me p
omenzó a correr, cami
marcad
cha. Solo la m
una fech
echa de e