¡No me detendré hasta recuperarte, mi luna!
o su Luna, pero hasta ahora, nadie excepto Lisa habí
an de mí a mis espaldas, pero no se
les dio a los guerreros una orden que no s
chaba por liberarme de la fortaleza de los guerreros cuyas manos
eron inútiles
ina como si fuera un papel liviano
pero rápidamente solté otra pregunta-. ¿Qué te da derecho a tocarme? ¡
los guerreros e hicieron una pausa por un minu
as algo para él? Él te desprec
n notici
ntes, Lisa. ¿Qué te da derecho a t
ejar la respuesta que daría Lisa,
-me corrigió Lisa, enfatizando el "quién" c
lidad,
que solo había una persona que podía darles ese de
yas del castillo. Orde
más que una simple esclava, Lun
ese instante sentí el mundo
e estaba pasando mientras los guerr
cabeza una y otra vez, se me hizo
s quería qu
¿Por qué
esitaba nuestro vínculo para seguir siendo el alfa más
ación, no pude. Así que le hice otra pregunta a Lisa j
nde me
donde perteneces. Donde rea
rme aún más, pero desafortunadamente para Lisa, ni s
ron cuando Lisa dio órdenes a algunos de los sirvientes que estab
ados? Entren y saquen t
s a la garganta,
y el hecho de que algunos miembros de la
rastras del hogar de mi pareja de esa ma
aste que me h
ñero, pero me la hice a mí mis
rigiera al suelo y ya no
za se apoderó de mi cuerpo como si hub
jaría que nadie me tratara así. Solía s
, alfa Rastus les gritó a algunos de mis acosadores
siempre me defendió a pesar de que yo era l
iocho años, pero claramente, el
as, solo pude pregunta
arrojaron a una de las celdas de calabo
í!? -pregunté l
ni siquiera me di cuenta de que Lisa
dad, sus ojos brillaron con picardía mientras recorrían mi cuerpo-. Tú y yo podríamos divertirnos un po
lo conocía... ¿Cómo iba a saber qué tenía es
e dientes. -Entonces debería da
da por mí misma mientras mis ojos
, Leo. ¿Quién iba a decir que Luna era una perra pervertida? -repl
ió a carcajadas. -Es bueno que el alfa ya no
! -grité con miedo y lágrim
us lenguas rodando sobre sus labios y sus ojos
nte, yo daba tres hacia atrás, pero
verte. Es una pena -M
entre si mientras me limpiaba la cara con fuerza, deshaciéndome de las
ando lo débil e inútil que me sentía p
a entre sus cuerpos apestosos y la pared lisa de la habitació
r que pudiera pasar, mientras la
o, Rastus... ¿Cómo pudiste?
-gritó una voz familiar a los gu