¡No me detendré hasta recuperarte, mi luna!
NE
N
ra a pesar de saber qu
Había terminado de darle cada parte de mí sin pedirle partes de él a cambio. Habí
ado de esper
-exclamo, con voz
r esa única palabra. Aparté la mirada y me al
r un poco de d
impaciencia y casi salté de mi propia piel c
arle yo y, enojado, siseó, con sus ojo
e una
que te apasiona. Ya no soy tu esposa y, si me dejaras a mí, habría terminado con
-alfa Rastus gruñó c
Larisa esta mañana ya no estaba conmigo.
Sigo siendo tu compañero y tu alfa y me obedecerás -dijo, bajando los
o y mirar su cuerpo bien esculpido por lo que podría ser la
o.
repente fui levantada de mis pies, no co
s hacer esto -grite. Las lágr
earlo. Yo lo deseo
que siempre me había atraído desde el día en que nos convertimos oficialmente e
y tu pareja y lo haré porqu
é, doblando mis piernas hacia mi mient
pero tiró de mis pies, tirándome sobre la colchoneta y antes de que p
anos, sosteniéndolas en la
oras ahora, pero solo gemirás 'alfa'
er esa mañana y luego volviera a mi cama. Queria que supiera que no debería qu
ento de sus testículos. Lo había notado antes de que me diera la vuelta y, por mucho que
mientras me reclamaba como su compañera una y otra vez... Quería que no vi
o, mi grito fue reemplazado por un fuerte gemido cuando se empujó hacia mí. Su ag
compañero me devoraba y yo tomaba todo lo que tenía para darme, haciéndome cr
e invadía como una ola de ira. Era casi como si me estuviera haciendo el amor dulce y brusco... como si me estuviera cas
e mi-. Eres mía. Tu cuerpo y tu alma me pertenecen y
scuché mientras otro orgasmo me golpeaba con fuerza... lo suficientemente fuerte c
se había ido como siempre y yo tenía moret
divorcio..." Ese pensamiento pasó por mi mente, pero pron
la cruel