Su Gélido Regreso: Una Heredera Vengativa
ista de Al
as frenéticas a seguridad. El aire, una vez lleno de charlas e
está p
Ponce? ¿La que Fernand
á completament
mo buitres rodeando a su presa. Tenían razón. E
envió un video..
? Eso es m
. Aun así, volver de esta man
ecas de dolor. Una sonrisa lenta y extraña se extendía por su rostro. Era la sonrisa de un depredado
lo, se arrastró a su lado,
ien? Esa perra
da, su rostro una másc
za hicieron por ti, huérfana malagradecida! ¡Deber
isa corta y
te está enseñando ahora, Casan
de lágrimas a la mirada os
bien. Has dominado el acto de
to era tan familiar que me revolvió el estómago. Siempre hacía es
osamente baja-. Fuiste expulsada. No tienes derecho a
l derecho -es
imponente figura proyect
a. Fernando era incapaz de amar. Solo era capaz de obsesión y posesión-. ¿Cómo entró una basura como tú
istocrático. La misma mirada que me había dado el día q
iste a la cara de Casandra -
os guardias, un hombre corpulento que no reconocí, se me acercó con cautela. Entonces Fernando hizo algo que me heló la sangre.
anchándose en una mueca aterradora-. Hagamos q
o y quebrado, resonando en el salón
Llevas años intentándolo. Todo lo
o a los míos, decididos. No esperé por él. Le arrebaté el cuch
a del cuchillo
bía estado hirviendo a fuego lento durante cinco años-. ¿Crees
zo más fuerte
ví para jugar. Volví para quemar
ustrial de la pistola de perno. La imagen de mí, de rodillas en el lodo, rogándole a Fernando que lo perdonara.Juro sobre la tumba de Cometa que un día te arrodillarás ante mí y rogarás por
a por un ceño fruncido y atronador. Sabía que hab
Casandra, que se acobardaba detrá
ad finalmente me rodeaba. Pero llegaron demasiado tarde