El Legado
tor
na Victoria que desconocía. Se estaba revolviendo el Sandoval en mis entrañas. Así tenga
en silencio por ese hombre. Y cuando anunció su compromiso... ¡Dios todavía me dolía! En todo caso no volv
s mi
do ilusiones. Hasta puedes pensar mal y estás en todo tu derecho. Te seré honesta, no voy a volver a acostarme contigo, lo hicimos una vez, pero
implorando, y espero no me salga con malas palabras, po
rda dices
rminación y con disimulo me quité los tacon
dad para que hab
estúpido me pegó contra la pa
élta
arte baja de la mandíbula obstruyendo el paso de la saliva, se reti
templé como te quitaste los
cabal
anera fuerte y antes de res
o que la
n hijo y punto, pero ahora veo el motivo de ello, es una tremendaijo la respetas. -h
sión eran las finanzas. Tomó la misma decisión de mi hermano, no obstante, entrenaba y sabía de todo lo
de mi primera vez con el hombre al que amo, pero no puedo obligar
uieres seguir
que lo aplas
dad, me subí sobre la mesa de madera de la sala a un lado y le di un puño en la nariz. -Enrique sonrió
Vuelves a llamarme perra y te arranco la lengua. Te pedí d
sa a
sé cómo lo hacía, él sí que heredó de pap
so sobrepasar. Sin embargo, ya
en español-. Te manifesté, que, si la tocabas sin su c
En ese momento Enrique bajaba las escaleras con expresión de enojo, sin saco y corbata. Se u
ste pirobo? -volvió a hablar en español, negué de nuevo-. Ahora seré
e ante la fuerza de mi hermano, su grito lo evidenció. Entre los dos lo sacaron y antes de salir de la
arcado dominante. Todas nosotras estábamos jodidas para tener pareja. Para colmo..
ron los ojos, al percatarse-. Te metiste con él solo para... -de
as mientras se encuentra en Blanco y era mi madre quien se lo entregaba. Tardé varios meses lamiendo mis heridas. Me acompañó
ame. No quiero darte una mala vida, menos
nuda, se te levanta. -Sus ojos café
pero sexo sin amor no
Tenemos un hijo el que cumplió un año hace una semana. Un bebé al cual amaba con mi alma, y me rec
ta familia es
fendemos lo nuestro, así es mi fa
será l
s ingresaron. Mamá
bien,
ió a Enrique que se fuera con la silicona andante de s
vas a escuch
ola
serías-. Putas bolas con el mariconsito del novio que se consiguió Victoria. Callé por ti, pero esa
nzó a go