El Legado
a
ver a la fiesta de celebración. Ingresamos de nuevo al ascensor con destino a la hacienda de la abuela. Era consc
ban el lugar donde nos encontrábamos cada uno del núcleo familiar. Aho
e algo? -m
miedo? -sonrió-. P
par de palmadas en la espalda-. Dante, todos los días sentí miedo, pero no se lo confesé a nadie en este plano terrenal, y a
o que se te dé la gana. Espero que con mi ejemplo y la crianza dada te sean suficientes para mantenerte en el
abras disipan lo
de no le dedique un espacio de tiempo para agradecer, y, sobre todo, para pedirle tomar buenas decisiones ante una misión.
iniciado. La música salsa del tío Aníbal
. Ustedes ya pueden encargarse desde mañana. Dirige a ese grupo consolidado en las m
papá. ¿Cuá
o que decírtelo, pero cuida a Liam, vigila a la pacotilla de novio que tiene Victoria ahora; a esa
señ
a su hijo; nuestro bello sobrino, que cumplió hace una semana su primer año de vida, era la adoració
he dado cuenta, ese par anda en un sí, pero mejor no y no importa que ella sea mayor: ese ha sido su
el más fácil de cuidar. Volví a mirar el reloj, me lo puse, ahora me sentaré en el puesto de mi padre. Ante
veía muy bien. -Enfócate, Dante, ahora la seguridad de todos ellos pasa a mis manos. Sé que
e con pap
uego nuestra hermana le arrebató el vaso para b
de beber, Rafita se alimen
n, soy consciente de que sol
ienes a un imbécil por nov
molestos. Tú eres un puto refinado. -Liam se echó a reír-. ¿Crees que
ablar de se
se hacen. Estamos en e
ita. -apoyé a Enriqu
aremos de ese
ión, pero fue incómodo para él lo ocurrido con... No quiero recordar. -Desde nuestro lugar de recepc
astidiaba y al mismo tiempo parecía un radar buscándola. No debería importarme, no quedamos en los mejores térmi
Enrique, grande como solemos decirle al hijo mayor de Gladis, se acercó a nosotros y mi hermana
los brazos hacia el niño, qu
Pa
rdero al enterarnos fue grande, pero ni Enrique, ni yo, teníamos la moral para recriminarle. No cu
el abuelo Fausto fue quien intervino, desde ahí los adultos decidieron mantenerse al margen para no afectar su ami
contraba en Blanco, pasaba todo el tiempo con su hijo. -A su lado llegó la mujer que él amaba, se comprometieron ha
pone. Y juro que Victoria estaba con ese pendejo que tenía por novio solo po
al niño po
. -com
gusta esa te
mamá, no decía malas palabras. Pero desde que la conoció, así la llamaba. Cuando una tecla en su piano se le desafin
legar la doble
ero ganas de desintegrarlo no le faltan. Ese hombre rondaba la casa esporádicamente, para evit
mos con
mos para no saludarlo. Mientras cam
-Se tomó su tiempo para respond
trabajando en la compañía, solo que ahora papá ya me entregó el control
irigir las empresas. Nuestros
idad de no tener miedo como papá. -Y en es