El Legado
a
veía diferente. -Vagos recuerdos, se me filtraron de nuevo de aquella noche antes de perder la con
ombra dos? -Le saqué el dedo del medi
von. -Soltó una
Isaac fue inmediato. Nunca habían congeniado y desde hace dos años se declararon enem
que mate. Lo primero por hacer era tener una seria conversación con ellos
strarme su reloj, era el del tío Simón-.
por demostrarnos que eres
grupo aún había integrantes muy jóvenes y debía esperar su mayoría de edad, p
disfrutaste al darte cuenta de que no tenía una verga. -Andrea l
puta evidencia de la c
me hac
ó molesto de la mesa-. Dante, ¿me e
ef
a Milena; adoro a mi prima, de hecho, era mi mejor ami
Qu
? -recriminó su mella-. No tienes que parecerte un
iene razón. -diji
no soy como
lena!, luego no llo
entos no la comprendía, de hech
ve
n sondeo de integrantes, mis tíos sonreían ante quién sabe qué les decía Aníbal. Crucé
a comunicarse
joder tú
or enamorarse, no hay cómo ser un hombre libre, sin probl
corrompiendo a
icos de dieciséis en adelante para los lugar
lo porque mi padre se lo pidió, dado que s
bamos a una doctora en el equipo, s
uede hacer lo que
es son esos tipos en
zequiel se molestó, ellos fueron novios en la pubertad, luego pasó algo con S
mi padre. En cuestión d
.***.
ue Sa
a para ingresar a la casa de la abuela en busca de la mujer que deseo tener en mi cama. Por ahora e
surgieron dos equipos, quienes llevan en la sangre ese amor por la adrenalina, el deseo de matar y, por otro lad
ializar mi relación con Melisa, ella también viajará. Ejerce el cargo de abogada de las compañías. Shirly le entregó su puesto hace uno
go intimar con otros. Tampoco podía exigir, cuando yo hago lo mismo. Cada vez que me abandona por sentir miedo, sie
mi única regla: no interferir en una relación. No pueden decir que Enrique Sandoval Vásquez les hacía el ca
ema era que me veía como un puto crío y solo teníamos un poco más de cuatro años de difere
ante. Aunque papá también debía de intuirlo, a ese tiburón, lobo y león no se le escapaba nada.
lo como el de mi prima Andrea, de hecho, sus curvas eran delicadas, lo que sí tenía era una buena retaguardia, su
o luego de hablar seriamente con ella, comprendí que era mi gusto personal y recibí una bue
s que h
ermitiéndome llegar a su piel, Melisa echó la cabeza a un lado, me deseaba
itación del s
quierdo, logrando sacarle un gemido. Mi erección
, niño? -detest
de darte. Y te recuerdo que no me reservo para cuando a ti se te dé la gana volve
i no
hice de frente, alcé su falda e introdu
cuentras húmeda. ¿Sabes lo que t
desnuda en la cama para deleitarme con su delicioso cuerpo, Melisa me
cafés brillaron-. No tardes, este niño, -señ
mano. Mi miembro se volvió a tensar, como me gustaba su aroma, su esencia. Pasaron los cinco minutos, luego diez. Al aso
ieres que t