Demasiado tarde para su perdón
Garz
N
tre nosotros, pesada y final. Todos en la familia Garza espera
ue solo me
sola durante cinco años, desde que salvé en secreto la vida de nuestro padre, sol
davía no. Era una decepción profunda, la mirada de u
i familia fue mu
. Su rostro, usualmente sereno, estaba torcido por la furia-. ¡Isabela le salvó la vida a tu padr
su lado, con una expresión severa. El riñón que funcionaba dentro de él, el que yo
sta de toda calidez-. Si no vas a ser parte de e
ron. Ot
dificio de mi departamento vacío. El frío de la noche se había fi
o. Ya no había más promesas, ni más declaraciones
ad degenerativa que había estado devastando silenciosamente mi cuerpo se estaba
voz tan vacía como
olpe. El shock, y luego una oleada de
Sofi, ¿lo di
edazos, dejando que el confeti de nu
e pie, su agarre urgente-.
cama de Isabela como centinelas. Cuando me vieron, sus ro
oniéndome una tabla con papeles en las manos. Sus dedos temb
abra. Solo entonces la tensión e
ido-. Haciendo lo correcto. No te preocupes, tu madre y yo ya hemos hablado con los abogados. Isabela recibirá
ije en voz baja-.
re se
a. ¿Qué tontería
hospital, a otra cirugía. El día que Isabela drogó mi café de la mañana, haciendo que me quedara dormida y me perdiera el trasplante programado para nuestro padre. El
que ella había reservado para mí, la narrativa ya estaba escrita en piedra. Yo er
ecía era torcido y convertido en una estratagema para llamar la atención. Cada logro era minimizado. Me convertí
ndo su cabello. Mi padre, sosteniendo su mano. Alejandro, mi Aleja
medio para un fin. No me veían. Solo veían el órgano que yo