Demasiado tarde para su perdón
Garz
eprimir. Me di la vuelta para irme, necesitaba escapar del sofoca
a, es
vo en la puerta, su ex
s-. La de regeneración celular degenerativa. Su entrega
. No era solo mi riñón. No era solo m
s exámenes en línea. Ella cosechó las recompensas -las becas, los reconocimientos, los elogios de nuestros orgullosos padres- m
brazo, su toque una extraña mezcla de súplica y orden-. Es solo un trabajo. Tu herm
a hacer. Después
a, una cosa frág
o. Lo que se
con ella entonces, cuando le quitaran su muleta? El pensa
jaran. Sacó una memoria USB de su bolsillo. Mi memoria USB. La que guar
eado todo desd
una pequeña y triunfante sonrisa. Era una mira
n tierno, que se sintió como un golpe físico. Una rabia caliente y furiosa se enroscó en mi
ragado todas las demás injusticias, cad
deslicé fuera de la habitación
os viejas y quité las sábanas de mi cama. Quería borrar todo rastro de mí misma, no d
agarrarme a la pared para sostenerme. Mi cuerpo estaba fallando más rápid
. El pensamiento ya no era a
tré a Alejandro, su rostro una máscara de furia fría. Detrás de él estaban mis pa
tó su teléfono en mi cara. En la pantalla había un foro académico, mi tesis pu
emblando de rabia-. Le dijiste a todo el mund
Isabela se hici
ude -gimió-. ¡Dijo que soy una ment
dome con odio por encima de la cabeza de Isabela-.