Los arrepentimientos del Alfa dominante
el ceño y clavó
e infundía, reuní el valor para s
rías prestarme a
ue todo se reduce a dinero. Estás dispuesta a entregarte
Cómo podía lanzar acusacion
Mi madre está en el hospital, muy enferma. ¡Si n
a mi súplica. "Mientes. Si quieres seguir arro
pánico se apoderó de mí y gri
. Se detuvo en seco y se dio la vuelta
sentí absolutamente nada. Eres una humana patética, ni siquiera tienes loba.
ré fijamente, con la mente en
noche hubo una chispa i
ulo solo porque yo era una mera sirvienta. ¿Era por eso que se negaba
una vez. ¡No quiero volver
me sacaron
i madre con las manos vacías. ¡Ella
rando el dolor punza
ía rogado a nadie, ni siquiera cuando me maltrataban, pero comprendí
ino de mi madre estaba en sus manos y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas. "Te lo ruego. Juro que te devo
. Sin vacilar, apartó
e empujó al suelo sin miramie
eada de desesperación me invadió. Intenté ponerme de pie, pero t
s sombras. Sus miradas feroces se clavaron en mí mientra
rró. ¿Cómo te atreves a vo
Los hombres lobo se acercaban a cada segundo. No tuve más opción que
mecidas, pero los hombres lobo me persiguieron sin descanso has
que me consumían, saqué fuerzas d
. Quise suplicarle una vez más, pero antes de que pudiera decir nada, él negó co
ué
te en blanco. Con la última pizca de fuerza que me quedaba, entré en la
i lado, que solo me había dado amor... Ahora agonizaba y yo me sentía impotente, a
s lágrimas. Ahogada por el arrepentimiento y el dolor, apenas podía articular palabra
na inútil...". Las lágrim
mi madre con su voz débil
que no pude responder, lo que
debajo de la manta. Instintivamente, tomé
en su palma. La gema en forma de medialuna incrustada en él
te anillo ha pasado de generación en generaci
jos y su mano cayó, i
za, apoyando la mejilla contra su frente. Las lágrimas no cesaban de cor