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La esposa del Presidente

Capítulo 5 Propuesta

Palabras:978    |    Actualizado en: 29/08/2025

spués, llegar

ila de médicos vestidos con batas blancas se acercó rápidam

respeto y cierta tensión en el rost

ta señorita la

con un breve mov

cuidado, ayudaron a Rose a subir a la camilla. Su pantorrilla todavía

istancia mientras los médicos se la llevaban. Sabía que

o ingresaron al hospital. Primero, una

la herida. A lo largo de todo el pro

s. Simplemente se quedó allí, de pie, o

fectada y envuelta con vendajes limpios,

procesarlo todo. El agota

ulado. Su último pensamiento antes de dormirse fue la imagen de aqu

desp

despertó, ya

iluminaban la habitación, tiñendo la

voces llegaba d

peso en

. No inc

ión extraña...

on cuidado y se

a silla junto a la ventana, con la e

o observándola. Rose se incorporó

aún no t

rvó con sus ojos oscuros y profundos, como

la habitación se abrió de repente. Carlos

r, la

nada, tomó la bandeja y la co

algo p

vio el plato: fruta

ple, pero r

Grac

l seguía allí. Pero u

ba a de

ta cautela y la sumergió en e

imer bocado a la boca,

tiqueta dorada y un diseño elegante, se

ó un leve

ari

e sólo ofrecía sus platillos a jef

on, con todo su poder e influencia, tendría que esperar

ente a ella lo había conseg

lta en misterio, se vo

a mirada, tratando de ignorar el

ada, oscura e insondable, parecía a

-preguntó él

ndose con sus ojos intensos. Se

irada, tomó un s

ió por su cuerpo, pero el ambiente en la h

decir algo para romper el sil

ero afilado como un

por lo que

se de

o y me aseguraré de cu

pareció

el pecho, una mezcla de i

d fría, como si cada problema

después de unos segundo

s nec

una p

n voz más s

casualidad. Has hec

naron ligeramente, y aunque su expresión no cambió d

cía asustada, Carlos

re decir que no quiere estar en d

etuvieran hasta que

enredados. No entendía por qué este hombre insistía en com

po, inspiró hondo y r

lidad. No necesito na

que siguió f

ido atravesara las paredes. Era una sensación opresiva, como si de

se había mostrado relajado,

blemente densa, el hombre frente a ella abrió

te co

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