Su Sacrificio, Su Odio Ciego
usurró Cora, las pal
der la agarró del pelo y la arrastró a un rincó
nosotras? -gruñó, esc
trapeador sobre la cabeza. La abofetearon, la patearon
demasiado rota para defenderse. Se
de pie sobre ella-. Ya n
n lienzo de moretones. Tenía la cara hinchada,
n. Una de ellas le dio u
levá
o resp
otra-. Creo que e
desaparecida, rápidamente co
stá enferma! ¡Ne
acaron en u
tenencias personales de la oficina la esperaban en una caja de cartón en la p
dolor. No se molestó en limpiarse. Simplemente
no rompió el silencio.
os a visitarte la próxima s
al para la reunión de su g
ste sábado! ¡Ha pasado tanto tiem
ravesó la cabeza. Buscó a tientas s
el reflejo. Una extraña pálida, magull
ajes, sus palabras alegres y falsas,
ción verl
ertido! ¡Al
última cos
ciudad, un lugar que solo ella y Augusto conoc
us labios. De su bolsillo, sacó una delicada cadena
os esos años atrás. Había ahorrado durante meses para poder pagarlo. Él lo h
. En su rabia y dolor, se lo había arrancado
a guardado d
una de las ramas del árbol. Una
o -le susurró al viento-. Pero
ando era un retoño. Ahora, era alto
azo, luego se dio l
n con el viento, co
os de clase la saludaron calurosamente, sus
s oímos que estabas trabajando
era responder, la
Hughes del brazo. Eran una
iatamente los de Cora, y le lanzó un
estado hablando con ell
ente" chocó con Cora. En ese breve momento de contacto,
instante. Agarró l
cabas d
u mano apretando la muñeca de Cora,
ndo a Harlow? -gruñó, sus ojos
ptó su act
e. Cora y yo solo
rle una mirada de profunda sospecha. Apartó a
a se sentía como
neración decidió poner una presentación de di
una foto de su sonriente clase
rtamudeó y l
silencio conmocio
vieran, había un video granulado y pr