Su Sacrificio, Su Odio Ciego
o lo que podía ver era la rabia en los o
lozaba, su cuerpo temblando. La rodeó con su
Harlow-. Cora... ella l
bsoluto asco-. Eres aún más patética de lo que pensaba. Intentando
bor metálico de la sangre sub
do con la cabeza-.
a retroceder. Augusto le lanzó una mirada que podría matar,
olvió toda su fu
y finales-. Estás despedida. No qui
la fuerza de un golpe físico.
sped
grimas corriendo por su rostro-. Tie
su atención en consolar a su prometida llorosa. Se a
a, Patel, envalentonado por la partida de Au
s? -sonrió con suficienc
d, el alcohol, el shock. Retrocedió hasta que s
de supervivencia se apoderó de ella. Se abalanz
de dolo
Zo
zo y la abofet
los oídos y la mejilla le ardía con un dolor de fuego
da. Su mano se cerró alrededor del cuello de
sar, la
el costado de la cabeza de Patel. Él gruñó, sus ojos se pusier
ayó de sus dedos entumecidos. Se puso de pie a trompi
único pensamiento era esca
bitación cer
de Augusto y los suaves y co
gido. No podía mover
dose en su pecho, un dolor tan p
mago mientras tosía más sangr
su infierno personal. La
que rondaba el e
ó tambaleándose, pasando junto a las miradas atónita
nte, la policía es
bajo arresto por la a
mecida, mientras le
presentó la denuncia él
e más, se hizo añicos en un millón de peda
a muñeca de madera, su espír
ía enviado -no para ayudarla, sino para dar
rialdad-. Simplemente quiere esto en su expediente. También ha termin
Todo se ha
detención. Las otras mujer
acostarse con el jefe para subir y le salió el tiro por la cu
-escupi
o Cora apenas los oyó. Estaba perdida