El Marco del Marido, la Feroz Justicia de la Esposa
movió, buscando las palabras
mente-. Fue una situación estre
e ella. Cada decisión, cada acción, filtrada a
or era una sensación que me anclaba, un punto agudo de enfoque en el caos arremolinado de mis emociones. Quería gritar, enfurecerme
olor en mi expresión
oteando sinceridad practicada-.
a hermosa imagen de nuestro futuro, un
nter
cansada
s lo detuvi
estar so
uido durante años, una fuerza de la naturaleza implacable y encantadora. Yo había creído en el
oria que se contaba a sí mismo, y
decir otr
estro departamento. El horizonte de la ciudad se v
a cubierto de maleza. Adentro, faltaban cosas. Un cuadro que amaba. Una
on mis cosas
movió
lina... se quedó aquí un tiempo. Nece
atural del mundo que su exnovia se mudara a nue
ciguarme-. Ahora está en la habitación de invitados.
orgulloso exhibiendo su hospitalidad. Lo seguí, mi rostro una más
por detrás, su barbilla
nto, Sofi. Sie
Luego, con una fuerza que no
hables de eso.
ía at
of
la puerta principal
vo en seco cuando nos vio. Un destello de molestia cruzó su rostro
obrecita. Necesitamos conseguirte ropa nueva. Álex, ¿le dijiste? Lo sien
ilencio un muro qu
azo, para guiarme h
te lo que he he
é mi
. Vi el destello
ietantemente tranquila-. Esto
sitaba poner en marcha la
e tomaré
izado de su escondite. No era más grande que un botón. La aseguré detrás del espejo d
a a solas con Álex. Su voz
intentar arruinarlo t
ti -dijo él,
ha. Quería una declaración
y fuerte para mi beneficio-. Una ceremonia de compromiso. Pa
a de incendios junto a la puerta y, con
n grito ensordece
menzó a cantar: "INCENDIO DETECTADO