El Novio Indeseado
ado con una mano, y con la otra, el ridículo
ra una corona imaginaria... pero por dentro
sas falsas, comentarios velados, los flashes que habían capturado
tel y cerró la puerta con un
da, tan fría y perfecta como el hielo tallado de un Winds
alma insolente. Había muchas personas en el lugar, demasiadas, y fingir sonrisas era agotador. Pero l
imiento de hombros-. Era un anillo. Cumple
con d
blema. Estoy aquí, eso deb
idad que habría reducido a ce
crea que tú, mi "prometido", pensaste que esto era adecuado para anunciar la unión
clinó en el s
lgo de medio millón si esto es solo una farsa? No durará mucho. No hagas tant
ezándose como si fuera a
onal por culpa de tu humor de niño rico rebelde. No vuelvas a tomar decisiones so
o con elegancia ensayada y salió del lujoso sal
🌹
los puños de su camisa. Odiaba esos eventos llenos de gen
reguntó una voz
impecable con su traje azu
-respondió Gabr
como si acabara de ver a alguien p
a rechazado a hombres que le habrían regalado i
las manos en señ
do esto es teatro? Solo estamos fingiendo. En unos años te
sponder, la voz grave y podero
nios fue es
en plena guerra. Su porte impecable, su rostro duro y su mirada
tentó sonreír, pero su p
una Windsor en una ceremonia pública? ¿Quieres que los periódicos te
e callar, se unió
ueros, magnates... y tú apareces con un anillo que parece comprado en u
s, sorprendido por tant
o. Y además, ¿no se supone que "menos
y su voz hizo eco en los corredores,
remo del lobby. Ella sonreía con perfección ensayada, rodeada de fotógrafos y ad
arreglaré -murm
miró con
gas que de repente te
segundos. Después, una sonr
en esta farsa. Y hacerla r
lo fulminó c
ás a Helena Windsor... aburrirás al imperio entero
jos se clavaban en la mujer que lo esperaba, sin saber que ambos estaban a
🌹
do de una tensión invisible. Aquella mañana había visto los titulares, los comentarios en los foros, los programas de televisión satirizando su compromiso. Todos hablab
te puerta de madera tallada y
el periódico abierto sobre el escritorio y la copa de brandy medio
elena sin rodeos, cerrando la puerta tras de sí
anquila, como quien ya había esc
eso. La prensa se alimenta de escándalo
o, incapaz de conte
a. Un arrogante que disfruta viéndome perder la compostura.
avidad. Observó a su nieta con la misma paciencia con
que yo era un hombre frío, demasiado calculador, incapaz de hacerla feliz. Pero el
o miró i
s, abuelo. Gabriel no sabe ni lo que
ó una l
, salir juntos, discutir, enfrentarse. Qui
beza, el gesto rígido
sabilidad y cumpliré. No esperes, sin embargo, que
ento que debía repetirse para no quebrarse. Luego se levantó, esti
elena, con toda su frialdad, ya estaba atrapada. Podía fingir indiferencia, podía declararse enemiga de ese compromi
ía en los labios, y murmuró e
o juego. Y cuando menos lo esperes, esa hoguera que
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odía conocerse con alguien que hacía de cada encuentro una provocación? Gabriel era lo opuesto a lo que siempre había soñado
rillaba en su dedo como un recordatorio cruel de su destino. Lo giró varias vece
ente detrás de ella, o
abuelo? -preguntó al notar e
vista, cansada,
que todo saldrá bien. Pero yo... yo siento
ercó y tomó su m
. A veces los hombres actúan como idiotas
rió sin
este no e
sa descarada de Gabriel, el brillo de desafío en sus ojos, la form
bien, no insistió. Solo acarici
Windsor. Y pase lo que p
cinaba no sería una batalla sencilla. Porque Gabriel Devereux no era solo u
a parte de ella empezaba a se