El Novio Indeseado
r y Gabriel Devereux. Las calles cercanas a la catedral estaban cerradas, los paparazzi ocupaban cada rincón dispon
na visión de
Grecia. Su cabello recogido en un moño clásico, adornado con una tiara Windsor, un símbolo que pocas mujeres en
aba en
taba
os, se verí
la medida. Tenía el cabello ligeramente despeinado -como siemp
arse, sus ojos se s
murmuró cuando
-respondió ella con una sonrisa a
rraspeó. La cer
gesto estaba calculado para la prensa. Cuando intercambiaron votos, Gabriel los dijo c
breve. Profe
otos fuero
ta en vivo, fuegos artificiales, un pastel de siete pisos, y los invitados más
olo quería un mo
a su habitación -ahora la habitación nupcial- e
ó. Y
Luego u
ajó furiosa e
os que le informó con una mez
media hora, señora. Dijo que tenía cos
que se le ence
rimera noche juntos? ¿Y é
Se paró frente al espejo y se miró. Su vestido d
príncipe
empo, una Windsor fue aband
antes de quitarse el anillo con
irvió un whisky en una habitación privada.
ella estar
🌹
maquillado, pero sus ojos... sus ojos gritaban una furia contenida. Y él, que había aprendido a leer lo
e susurró al oído la noticia que no quería escuchar: su hijo había desa
arla sola? ¿Cómo podía hacerlo quedar en ridículo frente a los aliados, los soci
adie debía notar la ausencia. Esa noche debía ser perfecta. Esa unión
que caía como seda líquida sobre su cuerpo. Cada movimiento suyo atraía la atención como si fuese un imán. Caminaba con la grac
taba haciendo: estaba salvando la velada. Estaba protegiendo la
tantes el primer baile de los recién casados. El silencio se extendió
n determinación. Llegó hasta ella y, co
e el hono
había rabia, había orgullo... pero nada de eso llegó a sus l
onor, Lord
la novia con su esposo, sino con su suegro. Pero nadie se atrevió a cuestionarlo. La dig
l compás de la músic
No sé qué demonios pasó
ostuvo s
, Lord Devereux
mple que muchos hombres de su edad. Su hijo, en cambio, parecía empeñado en arruina
a reverencia elegante, sonriendo como si nada hubiese ocurrido, como si s
o no ser nunca la mujer abandonada, la esposa desechada. Y Gab
ente a todos era su primera
🌹
e la ciudad, to
ara. Sabía cuántos pasos exactos había desde el ascensor hasta la habitación 409. Lo había contado cien
in anun
había conocido. La única que alguna vez
mad
s en una expresión tranquila, casi como si soñara con algo dulce. Tres
ramo de peonías blancas sobre la m
. Y como siempre, tomó su mano con cuidad
na por la mañana. Mi padre gritó un poco, ya sabes, lo de siempre. Después almorcé con Parker. Vimos a
, solo un poco. S
a pausa
salió en la portada de Vogue el mes pasado... Sí, esa. Sigue s
o dijo que el apellido Windsor ya era parte
por amor. Con una mujer que me hiciera reír. Que me escuchara. Que ent
o el techo. No
hace cosas que no quiere para prote
tió el ardor bajar lento, como un r
oler más o menos. No lo sé. Solo sé que tú no estás para ver
, como cuando era niño y ella
extr
l sonido de la máquina que monitoreaba sus sig
n hombre casado. Pero por dentro, seguía siendo el mismo niño que so
to. No lo fumó. Solo lo sostuvo entre los dedo
esto se convierta en otra j
supiera, ese día