El Novio Indeseado
estalló como una b
onario con anillo
tacaño o simpleme
pública para H
ertos en joyería lo llamaban "anecdótico" y los memes invadieron las redes. El rostro
ísima exnovia de Gabriel, influencer, diseñadora y ven
el no está enamorado de Helena. Nunca lo
venda sucia. Lo sostuvo unos segundos entre los dedos... y luego lo lanzó c
ntes de girarse hacia el espejo y retocar
🌹
a los titulares en su teléfono mientras
hace a nuestro apellido, a nuestras acciones?! -bramó Lor
e una pintura y tecleó el código con calma. Dentro, entre documentos
ió des
. Único. Un legado. Su madre se lo había e
mujer que se
todo el país sin encontrar
o... est
poder. Era simbólico. Y ahora, más que nunca
🌹
rdas con su hermana, Amanda, a su lado. Los flashes no paraban. Había fotógrafos en cada esquina,
por su carrera como modelo. No por s
aquí ya? -susurró H
público ayuda a controlar la narrativa -respondió Ama
decir una palabra, tomó a Helena
ena!
a, siguiendo la direcció
í es
reflectores, rodeado de cámaras, de pie como si
el De
. Mirada seria. Y en s
pareció d
ión de Hele
empezaron a g
.. simplem
ignorando a todos, como si el mundo entero le perteneciera. Las cámaras no pa
o frente
io abs
ncluso los encargados de seguridad
le tomó
dir pe
guntarl
de su dedo y lo guardó en el bolsillo de su p
ja negra y, con una teatrali
rosado deslu
iones brillantes y finos grabados antiguos, aquel anillo no era solo hermoso: era
iró fijamente mientras él lo c
fecha -murmuró, sin
máscara perfecta, pero por dentro, su corazón latí
eneral recorr
eras logró articu
cierto que esa joya p
e percatara de los periodistas, y sonrió
sar -respondió, como si hubiese comprado un par de med
aminó hacia
sin posar. Como si no acabara de
entía el peso del anillo en la mano
linó hacia el
aba de cerrarles
nía
se estaban escrib
al: Helena Windsor recibe el
hace historia (y l
aestra? La jugada millonar
mundo aplaudía, H
era una
n men
o de quién ten
pensaba quedá
🌹
sociedad tenía ya un análisis preparado sobre el diamante rosado que ahora brillaba en la mano de Helena Windsor. Las fotografías desde distin
en cuestión de horas. Ahora el nuevo titular era un himno de pre
everidad en su rostro se relajó mientras apoyaba la copa de whisky sobre la mesa de roble. El viejo patriarca esta
ó un número en su
ero con un brillo de orgullo-. Creo
nea, Lord Edmund Deve
ha demostrado la clase de mujer que es. Mi hijo, para var
dres habla de ellos, las familias rivales los envidian, y nu
s herederos aún podían odiarse, desafiarse o maldecirse en silencio, pero todo eso era irreleva
nqueros, viejos amigos de la aristocracia británica. Todos querían felicitarlo, todos se mostraban
letamente distinto. Acababa de servirse una segunda copa de vino tinto cuando vio en la pantalla del tele
ó la garganta. Tosió con fuerza, con lágrimas en los
muró, con i
riel le había confesado, años atrás, que ese diamante jamás saldría de su caja salvo para la única mujer que
a que temió romperla. El líquido rojo
con la voz envenenada por
rfecta, la mujer de rostro impecable que la sociedad veneraba como a una princesa mode
re le había jurado que era ella la única. Que, aunque el
mprovisados a Mónaco, los besos robados en los pasillos de la mans
z grave y cálida que la derretía-. No i
egaba el símbolo máximo d
ás cercana a la de una villana satisfecha que a la de una mujer herida.
a vez con movimientos ca
on rencor-. No eres tú quien se queda con Gabriel. Ese
reído que Gabriel jamás la abandonaría. Pero ahora entendía el error. Había subestimado la influencia de
o, con una calma siniestra-. Y
na ternura enfermiza, deteniéndose en el rostro
quién deba hundir. Gabriel me pertenece. Y te aseguro
Gabriel, de cómo aquel anillo se convertiría en leyenda. Pero en los labios de Sand
enenada por la envidia, era que no permitiría que otra dis