La venganza tiene muchos rostros: el de ella, el mío
un crimen que no cometí, todo por el hombre que amaba, César E
una mentira finamente tejida, un juego cruel orquestado con mi rival
con un perro, mientras mi padre agonizaba en un hospital, con su tratamiento d
etorcida obra maestra a la que luego prendió fuego, quemando el último pedazo físico de él. Fui go
la oportunidad de una nueva vida, la oportunidad de conver
ítu
tió como toda una vida. El aire, fresco y libre, llenó mis pulmones, un cr
alentara mi rostro. Me había prometido a mí mi
gado en él, su traje a la medida impecable, su sonrisa tan cegadoramente carismática como el día en
esa. La salida a la bolsa lo es todo. Una vez que esté hecho, te lo compe
é una filtración masiva de datos corporativos que no cometí, una filtración que ca
ostro en su pecho. Se suponía que el aroma familiar de su co
, murmuró en
rañé", dije, con l
, apartándose para mirarme. "Una c
ndo abajo como un mar de diamantes esparcidos. El lugar estaba lleno de sus amigos, la
, con una sonrisa orgullosa en su ros
año", le susurré
puesta en una conversació
uerta ligeramente entreabierta. Reconocí la risa al instante. Era Bárbara
voz de Bárbara goteaba un regocijo malicioso. "Tr
o solo salvó tu salida a la bolsa, sino que también te permitió aplastar a In
oído a la puerta, mi corazón ma
ácil de manipular. Solo hicieron falta unas cuantas palabra
ontes. La empr
l concurso de la universidad... arruinó mi carrera antes de que empezara. Est
a sido demostrablemente superior, por eso había ganado. Pero ella había esparcido el
speranza que había sido mi salvavidas durante tres años..
eando. Los dolores de cabeza habían empeorado en la cárcel, pero los había descartado como estrés. Dos semanas an
meses, qu
diato. No quería que nuestro reencuentro se vie
n dentro del salón. "¿Vas a mant
poco más, por las apariencias. Luego, la dejará. ¿Te imaginas los titulares? 'La delincuente
mente desaparezca", añadió César, con tono
entido. No podía sentir mis manos, mis pies. Era una frialdad que se
n supuesto amor y desesperación, brilló en mi mente. "Es solo un pequeño sa
ras.
icionado. Había orquestado la aniquilación completa de mi vida, mi reputación, el legado de mi familia
mis movimientos rígidos y robóticos. No podía enfr
y saliendo al aire frío de la noche. Las luc
as podía marcar. Encontré el número que había guardad
z tranquila y profesional respondi
do extraña y hueca. "Yo... lo contacté sobre
ontes. Tenemos
arga, finalmente escapó y trazó
e derrumbaba en la oscuridad. "Pueden