La Segunda Oportunidad A Recuperar
ya me habían destruido una vez: "Elena, amiga, tienes que re
ompasión que no engañaba a mi memoria. Porque el recuerdo de mi vida pasada me
es de pesos, pensando que así protegería a mi hijo Diego de los cobradores. Fui tan ingenua. "El Buitre", el hombr
pedazo de mi alma. No tenía los cinco millones. No tenía nada. Finalmente, su pequeño corazón. Mi m
rdo Pérez en la quiebra? ¡Qué chiste! Ese cabrón era dueño de la mitad de los restaurantes de lujo de la ciudad. Su for
había sido un plan. La deuda falsa, la insistencia en que yo renunciara, todo para q
nte. "-Elena, ¿me estás escuchando? Es una deuda impagable. Te quitarán la casa, todo. Piensa en Diego."