El Precio de Predecir
a diez años, nunca había
revisado mil veces y decían que su
ente no
un niño especial, un alma vieja que guardaba las palabras para algo verdad
o al trabajo, simplemente suspiraba y decía
ía a mi hermano pequeño como una pres
a cocina, el olor a café recién hecho y mi papá, ya con el portafoli
le dijo a mi mamá, d
en la noc
sentado en la mesa y con la vista fija en su pl
a a ir a l
oco rasposa por la fal
cina fue total, se s
oltó la l
izado con la mano en l
lo m
ó moviendo la cuchara en su pl
io la vuelta
ijiste,
, volvió a su mu
luego miró a mi mamá con una expresión que nunca le habí
papá, forzando una sonrisa. "Hoy no voy a la
en su vida, mi papá nunca faltaba al tra
silla y se sentó a la mesa, como si de repente se
do arreglar una gotera en el techo del patio
na de mi cuarto, sentía una in
o ahogado de mi mamá, seguid
acia el
ento, en una posición antinatural, con l
comenzaba a extend
ba m
los paramédicos
preguntas, caminaron po
mi papá había estado actuando raro últimamente,
s abiertos pero no me veía", les dijo. "Quiz
a forma de darle sentid
aceptarla, un trágic
ó a Leo, que estaba sentado en el so
n. ¿Tú viste
ó, siguió en silencio, como
ntó de nuevo, c
uió ign
e hombros y se fue, ano
las primeras palabras de mi
a y la casa estaba sumergida en un silen
, con los ojos abie
n una certeza que me helaba los huesos
lvería a
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