La Historia de los Asesinos
un día que prometía la ale
a Luna, y una premonic
esestimaba mis temore
agerando!»
quebró cuando le pedí
se mortal, casi como un
también irá. Ayu
e mi esposo admiraba
mo un rayo, la cena se v
siguiente, evitándome hablar con m
el clic del teléfono al colg
grité a Ricardo: «¡M
dió a su fami
tás haciendo un escándalo
, atrapada en
amar a Ricardo, escuché s
s tan intens
a. Ya se le pasará el
era insoportable, pero Luna
está m
te lo dije. Deja de molest
egos fueron en vano; dijeron qu
l hospital: «Accident
ar un pequeño cuerpo bajo una sábana
me gritó: «¡Tú
ue el
ó en rabia; la bofeta
el momento crucial, y mi suegr
a un niño sin la fi
na en el coche de Ricardo; Isabe
fue un a
a de que él y l