icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Nacen flores en la Antártida

Capítulo 5 Mi querida Lía

Palabras:2391    |    Actualizado en: 04/06/2025

ente no se había manchado el colchón y las llevó a la lavado

olocó sabanas nuevas antes d

abría caído mal la cena? Es

e preguntó desde

carse, pero se recordaba

de la piecera mientras su pier

la estaba matando... ¿debía s

ía cerrado la puerta cuando entró. La vio sentada en el sanitario, es

ien? -le

vestido manch

que están en el clóset? Se acab

obedeció, actuan

güenza en ellos. ¿Podría haber a

de tampones. Y casi se resbala con el vómito

una parte era por vergü

r iba a empeorar todo. Al final volvió a quedarse sentado en e

nes y una toalla limpia. Seguramente se iba enterar

ió del baño, sosten

daba la impresión de que en cualq

n silencio. Parecía estar en un trance al que ell

tenía muchas píldoras especiales para los cólicos, como si necesitara una reserva in

entado en la cama, sobándole la c

mientos que ni uno mismo sabía que tenía. Oliver jamás habría creído que terminaría atra

contró el gran desastre. Estaba el vómito, mucho papel hig

pertarse lo limpiaría, seguro y ese era su plan, pues claramente en su condición no podía hacerlo. Pero otra pa

l desastre, miró por un momento a Lía dormir en la cama. Entonces ent

con él como para no ayudarla cu

a viviendo sola. ¿Le había pasado eso antes? ¿Cómo hizo cuando no tuvo su ayuda en medio de la noche

porque temió que Lía volviera a recaer

acostarse se rodó par

un desastre -susurr

ondió y la atrajo a él para abrazarla-. ¿

tó Lía y volvi

o secándose al sol. Oliver se había encargado de todo su desastre de la noche. Y encima,

nando para ella, se llevó las mano

r esto -soltó des

efieres? -Vo

lvió a llevarse las manos a su rost

volver los huevos

bas enferma, es nor

mesón de la cocina. Hacía esos pucher

ercarse a ella para j

entes hoy? ¿

jillas rojas, pero no por vergüenza, sino

abrazo y le dio un

o, mostrándole una sonrisa y volvió a revolve

ó tan a gusto que le hablaba a Lía mientras estaban en la of

sobre la silla de Lía y la arrastraba hasta él. Lía pon

a descansar? -

y haciendo llu

eriodo, deberí

s saber tú

n las manos-. Tómate tu descanso, es tu día... -Le aplastó

ntaba Lía. Quería abrazarla, estrujarla

sus manos de la cara. Volvi

cer? -preguntó c

el parque mientras comían unas hambu

e básicamente Lía lo rescató. Curiosamente aquel dí

le aliviaba. No solo había encontrado un lugar donde pudiera refugiarse, sino que ahora

para visitar a tus ab

hombros mien

spingó la

as cuidarte un poc

go mucho tiempo pa

torcer los ojos. Lía soltó una c

chica fea o algo pare

es e

glarte, no todo se

para tus estudios, pues sí lo es...

llegar a fin de mes? Si Lía no lo recoge de la calle no habría tenido ni la más remota idea de qué hacer, porque el problema de nacer

aba haciendo. Y Oliver no tenía el derecho de criticarla, pues le hablaba desde los privil

mbién verte como

mbre. Se estaba encariñando demasiado rá

aba... Y eso

hizo y, además, se comportaba sumamente amable con él. Era i

ordárselo. Nada más se trataba de la situació

n tiempo, mientras arreglaba el desast

artó la mirada. Siempre hacía eso cuando le incomodaba cuando

Lía, la que estaba cicatrizándo

ntía como si acabara de pasar todo un mes. Vivir con Lía

una siesta antes de marcharse a casa de su

a de sus abuelos, pero decidió no hacerlo, pues él parecía que quería

ente, pero al final se decidió por el mismo negro que llevaba a ocasiones especi

a ganas de tener su aprobación en cuanto a su apariencia. Pero se arrepintió cuando él la barrió de

tido con una mano, aunque

si decidiera qué e

raste? -le sugirió-. Y podrías soltarte el c

no por su cabello re

al -agregó Oliver con una sonrisa de esas

de Lía se elevó. Así que f

a pasado en la rodilla, porque el vestido dejaba verlas. Ahí f

n el parque, pero su papá la mir

a que estás, ¿al menos estás comiendo?

tó por los tacones y si acab

ienes

ver a su esposa co

nga novio a que se alime

si consigue al menos un novio, pod

blanco y sacudió la cabez

, ahora mucho menos va a tene

su hermana llegó

es, ¿dónde estabas? ¿Qué te hic

buen halago

xtremo de la sala de estar, donde estaba la ventana y podían verse los chorros de agua. Ver agua le preocupaba, era como si su mente

con el padre de Lía; echaba la cabeza hacia atrás, una manía rara

l vagabundo? -pregunt

on Lía. Era una costumbre de hermana mayor, como si r

ca? -indagó Amanda

eramente con

viendo, ¿cómo podr

a su vaso con jugo y d

ía un problema que el parque se llenara de vagabun

o -espetó Lía, cansada de

ue su p

nombre? -indagó Amanda c

agó sa

digas que tú... -espetó

iba a permitir que se quedara

tás hablando? -Su tono pasó a uno lleno

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Un vagabundo en el parque2 Capítulo 2 La chica que mira por el balcón3 Capítulo 3 Mi compañero de cuarto4 Capítulo 4 Mi madura compañera de cuarto5 Capítulo 5 Mi querida Lía6 Capítulo 6 El novio de Lía7 Capítulo 7 Mi amigo, el millonario en bancarrota8 Capítulo 8 Mi rara amiga que es artista9 Capítulo 9 Tengo un amigo que ha tomado todo mi closet10 Capítulo 10 El ángel enviado por Dios11 Capítulo 11 Mi amigo, el modelo12 Capítulo 12 Cuando nacen flores en la Antártida13 Capítulo 13 El amigo de mi compañera de piso14 Capítulo 14 La estrategia para conquistar a mi compañero15 Capítulo 15 Los secretos entre familia16 Capítulo 16 El pasado y el presente17 Capítulo 17 Cuando nacen los clavelitos amarillos18 Capítulo 18 La hermana de este hombre19 Capítulo 19 Cuando pueda ser tu novia20 Capítulo 20 Ódiame si tienes que odiarme21 Capítulo 21 El pasado al que sobreviviste22 Capítulo 22 Dulce compañía23 Capítulo 23 Mi protagonista favorito24 Capítulo 24 Quiero saber qué es el amor25 Capítulo 25 Cuando el amor duele así26 Capítulo 26 Mi cuñada, la artista27 Capítulo 27 Los fantasmas del pasado28 Capítulo 28 Las razones para seguir a tu lado (parte 1)29 Capítulo 29 Las razones para seguir a tu lado (parte 2)30 Capítulo 30 No sueltes mi mano31 Capítulo 31 Vida en pareja32 Capítulo 32 Mi novio en bancarrota33 Capítulo 33 Como un clavel antártico34 Capítulo 34 Dime a dónde vas35 Capítulo 35 Matrimonio y otros problemas36 Capítulo 36 Los secretos y decisiones37 Capítulo 37 Problemas de familia38 Capítulo 38 Diferencias entre pareja39 Capítulo 39 Convivencia y otros romances40 Capítulo 40 Las verdades que salen a la luz41 Capítulo 41 La venganza es dulce42 Capítulo 42 Tranquila, amor43 Capítulo 43 La elección de una mujer44 Capítulo 44 Recuerdos de juventud45 Capítulo 45 Muero de amor46 Capítulo 46 En las intermitencias del amor47 Capítulo 47 Cuando la tristeza toca a la puerta48 Capítulo 48 La moneda de oro49 Capítulo 49 En tus zapatos50 Capítulo 50 La psicología del personaje51 Capítulo 51 Las alas del ángel52 Capítulo 52 El karma53 Capítulo 53 Los errores que cometí54 Capítulo 54 Los cambios55 Capítulo 55 Mi prometido56 Capítulo 56 Boda y envidia57 Capítulo 57 Cuando llega el karma58 Capítulo 58 Una vida junto a ti59 Capítulo 59 Nuestro futuro juntos60 Capítulo 60 Epílogo61 Capítulo 61 DATOS CURIOSOS