Nacen flores en la Antártida
pró varias mudas de ropa para hombre, al igual como unas sa
qué talla sería? ¿La ropa interior de h
difícil? ¿Por qué no había un manual que indicara cómo com
instrucciones, sobre todo cuando se crece y
s por uno y lo echó en el carrito de compras,
n su casa cuando casi toda su vida estuvo sola, sin novio, viviendo encerrada en una habitación de dos metros de ancho y largo, pegad
comprado ropa, así que intentó disimularlo comprándose do
la sala con una de sus laptops, tecleaba como si no hubiera
ró a su habitación sin decirle nada y caminó en círculos, preguntándose cómo entregarle las cosas que le compró sin que
rle toda la barriga con gases. Maldita sea. Ahora tenía indige
marse y res
ombre, no te comportes como caperucita
a imaginado qué le iba a entregar. Lía trató de restarle importancia diciéndole que si
e preguntó si la ropa era de su gusto. Trató de ser lo más bási
da más salir cuando Oliver le informaba que la comida estaba lista. Ella también lo veía trabajar en
r de tres días, aceptó su oferta y movieron algunas cosas para que pud
de escritorio dos semanas atrás y hab
en lo absoluto. Además, pudo darse cuenta de que era programador, parecía estar creando un sitio web o arreglando
, además de tomarse una siesta después de almuerzo. Nunca entraba
cuarto. Lía nunca se ha
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i él se comportaba tan centrado cuando tenía veintitrés años. Tal vez y el único defecto que tenía aq
ados y notaba su presencia en la oficina. Era tan silencio
costaba al mesón de mármol. Daba unos pocos bocados y volvía a su trabajo. A veces ni siquiera se quitaba el guante de la mano derecha y llevaba el lápiz e
obo. Y cuando dibujaba, subía las dos piernas a la silla de escritorio y las entrelazaba; básicamente podía durar horas en aquella postura. Y em
la calle. Con el pasar de los días se dio cuenta que era una chica que no le gustaba llamar la atención, pas
rtantes como si tenía amigos, hermanos, si sus padres estaban vivos o cómo terminó trabajando para una empresa extranjera
che. Cuando almorzaron ese tercer día, Lía tenía unas ojeras muy pronunciadas, ni sus lentes gatunos podían ocultarlas. Tenía
a aceptara comer. En un inicio creyó que era comelona, pero era todo lo contrario, apenas si probab
ra que pudiera colocar sus computadores. Así, estando él también e
su rostro se concentraba en una sola cosa. Se
las mejillas. Todo en Lía era tierno. Era una chiquilla que no le quedaba el ser
ó con honores. ¿Y cómo le hizo para terminar trabajan
por encima de su hombro y se llevó la gran sorpresa de verla escribiendo
cada día lo sorpre
loset (lo encontró cuando organizaba la ropa), además que llevaba una libreta contab
cuidara más, sería
a veces ni siquiera sabía en que día de la semana e
la no vivía, estaba sobreviviendo. Pobr
ban-. Abuelos, papás. -Lía arrugó la frente-. Te hablé de mi
ubió los
un hermano
a mueca con
ra a su boca, comía una taza de grano
tarlo, hasta él en toda esa semana había salido
s seguía con la cucha
la taza-. Pero no tengo mucho tiempo.
dilla que había come
trización. Lo hizo sin detenerse a pensar. Lía era tan descuidada que hasta un
de la chica encendidas en rubor. Se aco
modo mom
omer su granol
añera de piso. Y era con Lía que estaba notando que habían límites entre amigos de diferente
irse incómodo con ella); no pasearse en toalla por los cuartos o en ropa interior. Tam
ba su timidez. Igualmente, al estar a solas en la oficina y que le hiciera
ica tan difíci
habían cambiado con el mismo color de ropa. Lía usaba un vestido azul oscuro y él una camiseta
einado), usando un lazo azul que le quedaba bast
que ella cuando le hablaba debía alzar la cab
Oliver le preguntaba para qué las querí
ro comer lo que se me
se las jaló. Lía abrió los ojos en gran manera, quedando congelad
ancia que los separaba. Y sentía mu
asa? -preg
cariciándole la cabeza, como un tigre que no s
ro él siguió acariciándole el cab
cabello se ve decen
to? Empezaba a mostrarse como la Lía del primer día. Aunque era mejor, demo
a, uvas, refresco de manzana y helado de vainilla; era la combinación más rara que Oliver había
aciéndole masajes en la espalda y la chica se dejaba. Pasó abismalm
icos menstruales (que justamente tenía la edad de Lía). Así que buscó una almohada térmica y la
ita a su lado. Oliver le limpiaba las lágr
n brazo y lo rodeó con los s
dormido a su lado. Su primera noche durmiendo
que le pasaba algo, así que se sentó de golpe
miraba desde el umbral de la puerta cuando Lía se subía el vestido. De un respingo volteó hacia atrás y y vo
en esos casos? Qué