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La Llave Negra

Capítulo 6 ☆Seis☆

Palabras:2654    |    Actualizado en: 04/04/2021

hierro chirrían

uando el tren marcha desp

Cuando vine aquí para la Sub

e durante esta parte del via

grueso como la Gran Muralla

y solo puedo pensar en una

tutas para

rdo a mí misma. Las sust

y tres P

uridad total, miro asombrad

sta. Había olvidado cóm

el lado interior del mur

s. Pasamos por un restaur

onas comen, beben y ríen.

de colores brillantes mient

an. A la distancia veo el

torres

de la

la estación, que es, por lej

stado donde las personas pu

rcados en

quietas y en silencio hasta

. Luego, descendemos en una

o empieza a clasificarnos, d

, nerviosa, hasta que

tener el emblema de

en fue en la Rosa Blanca, c

dos meses atrás. Lo veo en

l cabello atado como siempre

del vestido blanco que lle

aletero de un coche brillant

a corona cruzada

a a los hombres. Yo sabía q

ero nunca lo había vist

la fila de chicas que la muj

busca un rostro conocido...

nima señal de reconocimie

ris

me aliviada. Es algo bueno

oco, de to

o, señor –dice u

de Lucien y le da

qué

mujer a cargo e

Casa?

go –re

que está más a la derecha

carro, y me subo atrás. Está

siento junto a una chica r

za

vas a servir

, la Casa

también –exclama–. La Casa

vienes a

con la

Soy Rabbet. ¿

chicas no le hablan a nadie

verdadero, pero me det

y L

bre –dice Rabbet–. ¿

o el vagón avanza. Parte d

nerviosa, pero de alguna

r como sirvienta en el Ban

dante de cocina y luego a

arera. Pero

si

encoge d

la Joya! Me pregunto cómo

rante unos segundos. La Duq

ral de Dahlia. Estaba hecho

pre

or la parte de atrás del car

dorados, como los que veía

que vamos es rugoso y desn

o ningún palacio, sino muro

s, hay unas pú

etrás de l

za nunca querría ver este tip

ver a los

nfirma cuando llegamo

a el conductor. Una chica r

Hay una puerta de hierro e

. La rubia hacer sonar la c

ntras la puerta se abre, los

ecer de nu

uerta en el muro que rodea

aminar por el

tos de allí, porque todos

nnabelle. Ella era mi prop

rimera amiga en la Joya. Er

justo fr

e ella tirada, muriendo en

rior. Aprieto los ojos durante un m

más y luego llega

a Rosa! –excla

ce ella entre respi

n una sonrisa tensa. El c

el conduc

asa de

ndo bajo del carro y me paro

quesa. Tengo la garganta seca

zos dormidos y torpes; es c

lo miro durante un momento,

ida. Pero luego recuerdo qu

mi mano logra levantarse y

gran camp

ndos. Luego, un m

campana otra v

a alguien que yo vendría?

de compañía"? ¿Y si alguie

hacer pregun

a ruge a

co a la mujer que está fre

iel color oliva y arrug

para trabaja

la mujer se

de que Cora haya co

t me c

lleva la m

é que era otra de sus bromas. Entra, entra, te

eír, porque la última vez q

que tenía prohibido int

–res

n nombre de dama de comp

l palacio del Lago, y los recuerdos son tan fuertes

mostró el invernadero,

cuchar los pájaros cantar y

Raven vivía al lado y alz

as, un botón o una cinta pa

staba bien. Ver a Ash besan

de saber que nunca sería mí

ue odiaba su vida. Ese fu

que éram

detrás de esto –indica Mau

o a un costado, a punto de

ardines por a

de qué está hablando. Cam

florecer en los árboles, el

l doctor Blythe me hizo p

an grande... Nunca pensé qu

que me salió por la nar

ocimi

ambién, cosas que no había

te al de la Granja. Tiene un

e me parecía salvaje acerca

denada: el jardín lucirá ag

do. Están tan atrapados aq

spirar. La Tierra es el elem

más profunda; los árboles

s de un perro se levantan

o alcanzarlos,

onde le dije a Ash que no

anco brillante nadan por el

rde del gran laberinto de pl

de baile –la puerta que sie

nte a la derecha. Hay unas e

s, que llevan a una puerta

esquina de una c

domina el centro de la s

upadas dando órdenes a los

. Hay cinco hornos enormes

a en cada uno. Las sirvient

enan las pilas de leña que h

a gran cantidad de engrudo

orque las ventanas están alt

caen en diagonal a través de

de unos estantes en el tech

ién horneado. Un lacayo co

ndo la reconozco: es la cri

ma

r mi rostro, de asegurarme d

cocinera con el rostro sonro

edra, la antigua señora de

eles, mientras que la expres

gab

ó para servir a Co

cocinera–. Tenía que suc

artaleta –se dirige a una b

laseada. Tomo una y

er –replica Maude y me

nera mientras me limpio una

nr

argo de piedra, del que sal

l ala de la servidumbre del

y luego gira rápi

abre la puerta a lo que p

n espejo tríptico en una e

hay un sofá tapizado de se

na jarra de agua y dos va

uede... Creo que los vesti

un armario, la cierra, luego

e. Se me hace un nudo en el estómago. Esto se está volvi

stidos otra vez. ¿Son los

todo el día –Maude introd

o–. Este parec

one que tengo que cambiarme

r la única parte de la Rosa

a me calza bastante bien y

mucho más delgada que yo y

ededor de l

ay que arreglarte el cabel

llevo, pero do

yo –digo. No necesito que

o a todos lados. Espero hasta

hago un rodete ajustado en

belle, y escondo

Me rocía con un poco de p

ue me vean e

en este momento –explica–

rar tu llegada. Suele recibir

creyó a Garne

e entre

Es probable que no. Buen

el lugar

uesa y un paseo por el pal

Maude tal vez me llev

a –respondo–.

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