La Llave Negra
hierro chirrían
uando el tren marcha desp
Cuando vine aquí para la Sub
e durante esta parte del via
grueso como la Gran Muralla
y solo puedo pensar en una
tutas para
rdo a mí misma. Las sust
y tres P
uridad total, miro asombrad
sta. Había olvidado cóm
el lado interior del mur
s. Pasamos por un restaur
onas comen, beben y ríen.
de colores brillantes mient
an. A la distancia veo el
torres
de la
la estación, que es, por lej
stado donde las personas pu
rcados en
quietas y en silencio hasta
. Luego, descendemos en una
o empieza a clasificarnos, d
, nerviosa, hasta que
tener el emblema de
en fue en la Rosa Blanca, c
dos meses atrás. Lo veo en
l cabello atado como siempre
del vestido blanco que lle
aletero de un coche brillant
a corona cruzada
a a los hombres. Yo sabía q
ero nunca lo había vist
la fila de chicas que la muj
busca un rostro conocido...
nima señal de reconocimie
ris
me aliviada. Es algo bueno
oco, de to
o, señor –dice u
de Lucien y le da
qué
mujer a cargo e
Casa?
go –re
que está más a la derecha
carro, y me subo atrás. Está
siento junto a una chica r
za
vas a servir
, la Casa
también –exclama–. La Casa
vienes a
con la
Soy Rabbet. ¿
chicas no le hablan a nadie
verdadero, pero me det
y L
bre –dice Rabbet–. ¿
o el vagón avanza. Parte d
nerviosa, pero de alguna
r como sirvienta en el Ban
dante de cocina y luego a
arera. Pero
si
encoge d
la Joya! Me pregunto cómo
rante unos segundos. La Duq
ral de Dahlia. Estaba hecho
pre
or la parte de atrás del car
dorados, como los que veía
que vamos es rugoso y desn
o ningún palacio, sino muro
s, hay unas pú
etrás de l
za nunca querría ver este tip
ver a los
nfirma cuando llegamo
a el conductor. Una chica r
Hay una puerta de hierro e
. La rubia hacer sonar la c
ntras la puerta se abre, los
ecer de nu
uerta en el muro que rodea
aminar por el
tos de allí, porque todos
nnabelle. Ella era mi prop
rimera amiga en la Joya. Er
justo fr
e ella tirada, muriendo en
rior. Aprieto los ojos durante un m
más y luego llega
a Rosa! –excla
ce ella entre respi
n una sonrisa tensa. El c
el conduc
asa de
ndo bajo del carro y me paro
quesa. Tengo la garganta seca
zos dormidos y torpes; es c
lo miro durante un momento,
ida. Pero luego recuerdo qu
mi mano logra levantarse y
gran camp
ndos. Luego, un m
campana otra v
a alguien que yo vendría?
de compañía"? ¿Y si alguie
hacer pregun
a ruge a
co a la mujer que está fre
iel color oliva y arrug
para trabaja
la mujer se
de que Cora haya co
t me c
lleva la m
é que era otra de sus bromas. Entra, entra, te
eír, porque la última vez q
que tenía prohibido int
–res
n nombre de dama de comp
l palacio del Lago, y los recuerdos son tan fuertes
mostró el invernadero,
cuchar los pájaros cantar y
Raven vivía al lado y alz
as, un botón o una cinta pa
staba bien. Ver a Ash besan
de saber que nunca sería mí
ue odiaba su vida. Ese fu
que éram
detrás de esto –indica Mau
o a un costado, a punto de
ardines por a
de qué está hablando. Cam
florecer en los árboles, el
l doctor Blythe me hizo p
an grande... Nunca pensé qu
que me salió por la nar
ocimi
ambién, cosas que no había
te al de la Granja. Tiene un
e me parecía salvaje acerca
denada: el jardín lucirá ag
do. Están tan atrapados aq
spirar. La Tierra es el elem
más profunda; los árboles
s de un perro se levantan
o alcanzarlos,
onde le dije a Ash que no
anco brillante nadan por el
rde del gran laberinto de pl
de baile –la puerta que sie
nte a la derecha. Hay unas e
s, que llevan a una puerta
esquina de una c
domina el centro de la s
upadas dando órdenes a los
. Hay cinco hornos enormes
a en cada uno. Las sirvient
enan las pilas de leña que h
a gran cantidad de engrudo
orque las ventanas están alt
caen en diagonal a través de
de unos estantes en el tech
ién horneado. Un lacayo co
ndo la reconozco: es la cri
ma
r mi rostro, de asegurarme d
cocinera con el rostro sonro
edra, la antigua señora de
eles, mientras que la expres
gab
ó para servir a Co
cocinera–. Tenía que suc
artaleta –se dirige a una b
laseada. Tomo una y
er –replica Maude y me
nera mientras me limpio una
nr
argo de piedra, del que sal
l ala de la servidumbre del
y luego gira rápi
abre la puerta a lo que p
n espejo tríptico en una e
hay un sofá tapizado de se
na jarra de agua y dos va
uede... Creo que los vesti
un armario, la cierra, luego
e. Se me hace un nudo en el estómago. Esto se está volvi
stidos otra vez. ¿Son los
todo el día –Maude introd
o–. Este parec
one que tengo que cambiarme
r la única parte de la Rosa
a me calza bastante bien y
mucho más delgada que yo y
ededor de l
ay que arreglarte el cabel
llevo, pero do
yo –digo. No necesito que
o a todos lados. Espero hasta
hago un rodete ajustado en
belle, y escondo
Me rocía con un poco de p
ue me vean e
en este momento –explica–
rar tu llegada. Suele recibir
creyó a Garne
e entre
Es probable que no. Buen
el lugar
uesa y un paseo por el pal
Maude tal vez me llev
a –respondo–.