BUSCANDO A MI ALMA GEMELA
Punto
r repartirlos a nuestro antojo. Mientras paseábamos por nuestro local nocturno favorito, él ya había entregado todos los sobr
e fijé en una de las mesoneras que había lla
se inclinó para hablarme
onó entusiasmada, mientras señal
a un hombre. Las gemelas Red eran unas hembras calientes, no hay duda de ello
izo durante la primera temporada de su reality show. Tenía el pelo negro y las puntas estaban teñidas de color
ado, mientras su hermana se inclinaba sobre
scaba alrededor con gesto nervioso, como si se sintiera fuera de su elemento. Cuando Mariel volvió a hablar, dejé de pres
a mí como si fuera a
aración resultó toda una oferta. Al moverse tan cerca ofre
debajo de la fina tela de seda qu
rosamente cerca de la entrepierna. Ya imaginab
que se inclinó sobre el regazo de C
de que tiene
reguntó Carlos, sin liberar la cintura de Ma
s pantalones y la movi
uando la mano de Sadie repitió el mismo gesto conmigo y s
vaba un tatuaje con una estrella. Era la más natural de las dos, aunque su expresión dura la co
gemela y le echó un brazo al cu
la mejilla de Mariel con un golpe largo y lento; luego
sa mientras tosía y la derramó. Sucedió tan rápido que el líquido corrió a tra
la miró con censura, mientra
y yo aparté a Sadie de
aba para limpiarme,
e le molestaría que me incluyeran, pero las deseab
ción. Por mí, pueden irse a casa con su niñera. -Pasé al baño y me cr
antes. Si sigues así, acabarás con alguien como esa chica torpe. Qué de
i prioridad. Ademá
ás y lo sabía porque celebraron una gran fie
mporta su edad, no son adolescentes y es legal a su edad. ¿Qué más pu
s, mucho menos con las dos. Tienen mala prensa y sus vidas están documentad
promesa de una buena sesión de sexo le nubl
os tan necesitad
onocer a alguien que me guste. Si me pillan con las gemelas, ninguna chica dece
tarán al tanto de tus miles de millones.
errá conocerme a mí, ¿comprendes? Me he dado cuenta de que eso es lo que necesito. Todas están tan pendientes de mi dinero que
lote, Bernard. -Carlos soltó una carcajada y lo miré dándole a e
rita, viniendo de alguien que se
i padre, una de las más grandes de todos los tiemp
que la nuestra tenía nuevos ocupantes, y no
a me di cuenta de que me había ac
algo? -Miró a Ca
r -pedí, mientras la m
gas piernas alrededor de mi cul
que me llamaste después del sexo que tuvimos. -Se alejó
gual de insultada, pero no m
rió a carcajadas hasta que se gir
ena, deberí
cara para indicarme
gala y, por la forma en la que se desenvuel
. Iba en dirección al baño y, a juzgar por las prisas, parecía que se había manchado de nuevo
los labios y me
ro de que Mariel y Sad
criatura, busqué en