EDWARD COLLINS

k, sus caras palidecieron. Adriana se soltó a llorar al igual

á tomada no nos queda más que

visitarme las veces que quieras y yo vendré también, recuerda que no puedo dejarle la re

tener a mis hijos lejos de mí, pero entiendo que tienen que luchar por sus sueños y si nec

eto, te

todos con una hermosa familia y realizados. Además, eres demasiado guapo, cariño-acaricia mi mejilla mientras sonríe y le sonrío de vuelta-, mien

ueren de la risa con la

favor, ya p

o porqué te empeñ

azón lo hace, sabes que ahí

solo pido una bue

no la busco, pero prometo que cu

y quiero ir a mi departamento a descansar, sé que me espera un día pesado en Nueva York, buscar departam

a mi auto para ir

isiera pedir

everías a hablar conmigo. ¿Qué

o.

í, sino me temo qu

uriendo por

r intuyo que e

es por el i

con Olivia, él

r amiga?-asiente-. ¡Lo vo

braza-, quiero pedirte que me ayudes a conseguir un departamento en alquiler en Nueva York, no quie

fectamente que puedes quedarte conmigo-tomé su rostro en mis manos y mir

el punto exacto donde me perdí. Que sea cerca de tu depart

s, subo en mi auto. Manejo en dirección a la casa de Matt, antes de ir

a su mujercita a su auto. Espero que la chica

cobarde, pero soy más rápido y

mi hermana y esto se quedaría

ard

Acaso vas a atreverte a deci

lo de saber que mi hermana sufre por este pedazo de mi

ego a enterar de que lo has hecho, no volv

puede y satisf

star en casa, me vestí y caminé en dirección al bar. Me serví un vaso de whisky con hielo para bajar

pado por mi hermana, sé lo que duele que te

or su asombrosa inteligencia. Ella fue mi primera novia, estábamos muy bien luego de tres años de relación, pero nuestro amor fue puesto en pausa y aprueba cuando a su padre le salió una oportunidad de trabajo en México. Entonces Ama

labras de mis padres, quería sorprenderla, pero jamás llegué a imaginar que el sorprendido sería yo. Entonces la miré en brazos de otro hombre, era mayor qu

llamadas, hasta que un día cuando ya estaba mejor y la había superado atendí su llamada. No la dejé hablar

a supo cómo poner mi mundo de cabeza solo con pestañear, pero a mi madre que no se le escapa nada, me hizo saber inmediatamente que perdía mi tiempo con ella y así fue. Cuando tuvimos cinco años de novia

quería. Era una mujer que trabajaba con su cuerpo y ser modelo era su más grande sueño, su carrera estaba en la cúspide del c

a mujer porque en realidad no me interesan. Siempre es lo mismo, estoy aburrido de t

nceros, que no se sorprenda al verme, que no me coquetee, que se haga

uiero algo para toda la vida y me frus

mi Edward,