Atrévete a Amarme

ración. El reloj en la pared avanzaba con tortuosa lentitud, retrasando el timbre q

z que cruzaban miradas y aunque eso hacía m

su compromiso. Ese día, el codiciado Alberto Villanegra se fijaría en ella

Andrea saltara de su asiento, asustando más a la pelirroja, q

asiento al que se aferraba-. Solo tienes que presentármelo. No es como si fueras a h

da a la madera, como

dea, Andrea. Él no es para ti. Te l

Lucía uno a uno, halando

as tenido novio, y no olvides

do amigas. Déjame ir -r

avieso que convencía a todo el mundo, y celebró con a

ar de ser compañeras desde primaria. La retraída actitud de Lucía hizo imposible cua

en el restaurante del club tres años atrás. Aunque quiso captar su atención en aquel entonces, reconoció que

nte con el mejor amigo de sus padres. Así qu

las estrellas no querían alinearse a su favor. Era tan reservada, aislada

la universidad y estaba por perder el puntaje de uno de lo

ó que otra chica rechazó su oferta de pagarle para que la integrara a su grupo. Estuvo

e le permitiera entregar su proyecto de manera individual. Así que no hubo problema al agregar el nombre de Lu

u parte del trato estaba saldada y ahora, el momento

y burlas de Andrea. La música que se escuchaba desde el auto al que se dirigía

emblaban con cada paso que la acerc

zo con fuerza antes de

crees

un grito, soste

sto. Pero me alegra verte. Dile a

, susurrando sin aflojar su agarre-. ¿Y

, soltándose de un tirón. Ya se había convertido en una m

us ojos se entrecerraron y una sonrisa ladina adornó su rostro-. No te ace

rementando en su sistema. Su hermana

sa es que estás celosa po

de Sara fue toda la confirm

entaron conquistarlo en su momento. Aunque pocas habían tenido el privilegio de ser besadas

su mirada-. Además, tampoco se fijará en

nció, como cada vez que e

trabajo. Y si no me dejas ir..., pues tendré que decirle a mamá que Agustín entró a t

ó el rostro de s

a! Eres

canzó a Lucía que cruzaba la calle y, en lugar de sentarse atrás con

Vio a Javier Herrera hablando co

a en la u

mo lo había provocado la noche anterior,

o plano cuando la mirada de desconcierto de Alberto se posó en ella. Bajó el volumen de la radio s

uién eres