Casada con el monstruo

que me dice, todo lo que me hace, me duele profundamente. Aun así, no logro entenderme a mí misma, ni a mi corazón. Ni siquiera sé qué me está pasando. Intento odiarl

. Si no logro obtener el divorcio, independientemente de lo que me diga el señor Charles, tendré que irme por mi cuenta.

rroiendo cada parte de mi ser y haciendo que mi pecho duela con la urgen

andes rejas que se abren automáticamente. Pero no es el auto de Benjamin, es el de su padre

rles en el recibidor. Calista me mira con sorpresa, pero la ignoro por completo. Mi único objetivo es hablar con mi suegro, y cuando me ve, me sonríe amablemente

ombro con delicadeza, un gesto cariñoso-. ¿Cóm

uena firme. Miro a Calista antes d

nto en uno de los sofás. Hago lo mismo y me coloco frente a

Calista se aleje a

nca. No cuando él parece odiarme, cuando asegura amar a otra mujer. Ni siquiera hemos pasado la primera noche ju

incrédulo-. ¿Qué está pasando? Benjamin fue quien te trajo aquí, quien tomó l

ganta-. Todo esto es un engaño... Benjamin me engañó, seguramente también a usted porque pa

y desconcierto, no sé si dirigida hacia mí o hacia su hijo. Mis manos sudan m

andíbula-. Me dijo que no quería casarse, que desde el principio me engañó. Me buscó porque e

míos-. Quiero lo mejor para él, que se case y tenga una familia, que me dé nie

n a esto, sino porque ama a otra persona. ¿No pensó en las consecuencias? ¿Por q

tención, pero...-esta vez me mira dir

vanto de golpe, mirándolo desde arriba-. ¿

nta me hace tensar-. Di

respondo, apretando

a, hablaré con Benjamin, esto tiene que tener una solución. Ayúdame

dicho que

sa donde hay una botella de whisky, sirve un trago y lo lleva a los l

? -detiene su acción y me mira con una expresión

s hasta que uno de los dos muera, es la ley de esta

e escuchado hablar de eso, exi

elta, dejándome sorprendida-. Nuestra familia se rige por reglas, y esa es u

amin es quien tiene

lo por seguro. No quiero disturbios, así

Qu

o en la mesa, y antes de subir las escaleras, agrega-. Es cuestión

sus palabras. No sé si lo último lo dijo para sí mismo o para mí. Lo único que sé es que estoy atada de manos y

car la manera de escapar de est