Casada con el monstruo
ez, esa maldita expresión fría se desvanece, y tiene que ser justo cuando
ignoraban como si fuera un objeto más de este castillo. Les daré más motivos para hablar mal de mí. No solo soy la mugro
des zancadas. Me agarra de los hombros y me levanta de la s
ntrar a la habitación junto con m
plica, sin aparta
ia su padre-. Nevaeh está en u
jor para ti si de verdad me hubiera matado dentro de esta habitación -le espeto, mirándolo con todo el resenti
min me sostenga, poso mi mano ensangrentada en la pared, la cual palpita de do
ojos se fijan en la figura del señor James, en medio de la multitud del personal, sentado en su silla de ruedas. Su mirada no me juzga, ni siquiera sé qué
riamente. Incluso siento que hace un momento no era yo misma, había perdido el control sobre mis emociones
plica un descanso. Antes de que mis ojos se cierren por la pérdida de conciencia, mi corazón me envía una dolorosa punzad
oz llena de pánico. No entiendo a este hombre. Me odia, pero al mismo tiempo muestra destellos de preocupación por m
*
, un amplio armario, y un cuadro gigante de un paisaje lluvioso adorna la cabecera de la cama en la que estoy acostada. Es evidente que no es mi destrozada habita
brazos están vendados, mi ropa ha cambiado; ahora llevo un sencillo vestido blanco de mangas. E
Benjamin, quien trajo a esa mujer al castillo. No es necesario que me lo digan con palabras para que pueda entenderlo. Seguramente es su amante, una mujer embarazada, la misma
de que no estoy sola en la habitación. El señor James está sentado en su silla de ruedas junto a la ventan
dejando que el susto se disipe an
una pequeña sonrisa d
responde con calm
manos vendados ante
pon
la de ruedas hasta
mpatía-. A veces, acumulamos tan
una conversación tan normal desde mi llegada aquí, y me doy cuenta de que
na sonrisa-. Es comprensible. Nadie p
o, y su expresión no cambia, como si hubier
terrumpe, y asiento sin dudarlo
me odia, ha traído a otra mujer y ella está emba
rpo se tensa an
oz apenas es
Si quieres salir de aquí, ahora es imposible.
ja en su silla de ruedas hasta la puerta, dándo
es sobrevivir. No lo ames, y podrás salir de aquí. Es
Él abre la puerta para salir-. Por favor, ayúdeme. ¿Qué significa eso
vivir -afirma antes de marcharse-. No c
eñor C
na