Un jefe sin corazón

, preguntó mien

o mucho para comer. Seguro que te

ándome por encima del hombro. ̶ S

controlarme. Si no hubiéramos estado e

río Carie cuando le s

enú y yo hice lo mismo. Cuando llegó

el pescado y una limo

ntras anotaba mi pedido

con ricotta batida y un g

tir. ̶ Sus pedidos estará

egunté cuando el ca

rbo a su agua.

Lo eres? Asintió para confirmarlo.

ndo tenía diez años. Desde entonces soy una vegana empedernida . Se inclinó un po

aste de comer carne cuan

sorprendía cayendo, veía un vídeo de un gato o de un perro adorable y

os vídeos si no estuvieras

bes que no

rlo asumido. Pregunta, ¿

aron en sus labios carnosos mientras los acercaba a su vaso y bebía. ̶

¿C

a con su propia fuerza. Pero ver vídeos sobre ellos, sin importar el animal, me recordó eso. Me recordó qu

sólo era guapa y sexy. No sólo era brillante. Era a

una mascota mi

mos tener uno. Todavía quiero uno, pero estoy demasiado ocupada con

é embelesada cómo sus labios s

o ser un objeto como en

sar en otra cosa que no fueran sus labios. O en esas uñas que golpea

í en Maine. Me mudé aquí hace unos cuatro a

riada. ¿Tien

e encogió de hombros como diciendo: ̶ Oh, bueno . Parec

Tienes suerte de ser hija ú

ino , murmur

bre Carie . Sus padres vivían en Maine y los visitaba varias veces al año. Nunca había tenido una relación seri

momento, todos nuestros encuentros habían sido estrictamente coquetos, sin ningún a

pacho, la miré de reojo.

esto. Cual

s . Se puso un poco

s labios. ̶ Es un gilipollas. Aunque

os hizo

que estaba haciendo algo mal, así que seguí intentando arreglar las cosas entre nosotros aunque ya

a mujer perfecta que tenía delante. No po

hacia la mía. ̶ Tú no eres el problema. Siento que pensaras

oces desde ha

Me incliné y presioné un suave beso en un lado de su meji

cuando apreté mis la

a a Carie sería caliente y fuerte. Una fue

que sería

ra los míos e incliné la barbilla para profundizar el beso. Carie me

ue su bolso caía al suelo. Rodeé su cintura con

los dedos en mi pelo. Sabía a sandía. Un sa

ascensor cambió. El beso pasó de ser dulce y lento a lo q

ascensor. Una de sus manos me rozó el cuello y se posó en mi hombro.