Un jefe sin corazón
r , la nueva secretaria , le oí decir al hombre
segundos después, el hombre desgarbado y con gafas asomó la cabeza
ue sea un gran avance. Tenía que poner fin
una gran pila de carpetas. No iba a ser una discusión breve. La poca esp
usa en mi conversación con ella. Me hund
e aseguro , se subió más las gafas por la nariz
pacho y volver a meter a Carie , pero
i despacho. Cogió el que estaba más arriba, a
dante me preguntó algo. M
de distancia y el sonido de su voz se convirtió en un ruido
da una más hermosa que la anterior,
nocencia y pura sensualidad. Sabía que esta noche nece
trategia de desarrollo de su equipo, mi me
az de controlarme o contenerme. Carie Butler era la definición misma
RI
los labios curvados en una sonrisa malévola. Sabía perfectamente l
ó mi mente. No sabía qué me había pasado, pero verlo allí sentado, con su sexy traje
. Y por su mirada, sus ojos oscuros llenos de lujuria y
efinitivamente ha pasado algo. Golpeó l
io, evitando el contacto visual. Me encogí de ho
ueroso. Se te n
de o no que coqueteara con é
soltó una risita triunfal. ̶ ¡Sab
miraron divertidos ante el arrebato de Ana .
No creo que la gente del otro
cara seria. ̶ Sabes que puedo,
ti y a Antón . Quier
blanco. ̶ Ya nadi
ar cambiar de te
mamos el pelo un poco . Se me escapó un suspiro. ̶ Ni siquiera llegamos a hacer nada físic
de deseo, y sólo podía imaginar cómo me habría tocado
Hacía tiempo que no follaba y mentiría si dijera
era de mis propias manos o de mis juguetes en casa. Hacía tanto tiempo que
er un momento privado como aquel. Parecía que lo que Paul de I+D
es, y yo también había estado ocupada. El flirteo y
te hubiera tocado. Definitivamente pa
ía por la espalda y me rozaba suavemente el cuello. Dej
drás muchas más oportunidades de seducirle . Se apoyó en los codos y gimió. ̶ Y al menos tienes un p
la cabeza para poder mirarla. ̶ Bue
e n
a servilleta. ̶ Er
En realidad, estoy bastante segura de que las tenías antes de que tu sexy nuevo jefe las derritiera. Qué suerte ti
ospechosamente a cerveza vieja y rancia. Aunque Ana nunca había visto botellas de licor en su desp
de su pelo rubio suc
mente el brazo. ̶ Acabo de tener un
acostarme con alguien . Sus ojos bailaron por la habitaci
ar, bang-able n
es una palabra.
tiene un rollo de una noche con alguien que conoce en un sitio como est
ueó los dedos. ̶ Tene
Eran casi las ocho. ̶
pagas tú la próxima vez . Me levanté, me quité la americana del respaldo del asiento y me la puse.
mbién t
bolso en el asiento del copiloto, introduje la llave en el contacto e intenté a
ánico . El coche vaciló un poco antes de q
un santiamén me encontré sentada en mi escri
de los gráficos, las ventas y los posibles socios comerciales
me dejó helado. El documento que estaba
stado de haber sa
pero no estabas. Al parecer, renunciaste hace unos
ué iba a
Para besarte y decirte
or qué me llamas de verdad?
ue hice, Carie . De verdad, lo lam
engañarme? ¿De llamarme 'demasiado'? ¿De
de menos, So. Quiero que
tú debes considerarme una idiota. ¿Crees, por un segundo, qu
o significó nada para mí.
pre encontraba tirada, las manchas de pintalabios en tu camisa, el perfume al que siemp
caba nada para mí. Tú eres
burla amarga. ̶ Me alegro de que me engañaras. Me alegro
pasamos. Eso fue real para mí. Sé que también lo fue para ti. No actúes como si no t
ace semanas que no pienso en ti . He estado demasiado ocupada soñando
Te conozc