La Tristeza De Sus Ojos
m
on las bolsas. Abrí la puerta del copiloto y me metí dentr
es a qu
ués de poner el coche en marcha
me contó, el problema comenzó durante el embarazo y se mantenía hasta ahora. Cuando íbamos en el auto siempre teníamos que dejar que el aire natura
vo, el que re
omprando?
acterizaba mucho por su capacidad de saber ciertas noticias primero que todos. Era muy popular en la escuela, y s
y p
lo que
ho en el colegio,
abía que se burlaban de Aiden p
dolescentes
vimos en un mundo muy malo porque la gente e
malo, la gente e
tuvo hace muchos años, uno en el que casi muere. No sé demasiado al respecto porque nunca quiso contarme con lujos de detalles, siempre parec
r pobre? -pregunté más
eta a la boca. ¿En qué
alletas que está sobre tu regazo e
n segundo y l
go h
nto sacaste e
o no m
los
sobre Aiden? -
prestaste atención en clase cuando tom
ue
ré sin entender por qué tanta e
S
mero o t
Y
Dieciséis años tarde,
o -repliqué-. Solo i
hora va en el último año. Fue cuando él iba a tercero, eran compañeros de clase y, por algún comentario
Ai
n la otra escuela -respondió y los malos rec
lestarles mucho a las otras chicas y, al ser más bajita y más delgada pensaban que podían meterse conmigo y hacerme lo que se les diera la gana. La pasé
egamos a la casa y cuando mamá volvió de trabajar les conté todo a ambos. Anteriormente a eso ellos notaban que estaba muy cambiada y me preguntaban la razón, pero yo les decía que no era nada, que estaba bien. Muchas mentiras y un error grande: el no decir nada. Tuve que soportar un año y medio, siempre estaba con miedo de entrar al colegio porque deseaba que no me pasara nada. Cuando todo salió a la luz nos reunimos con la directora y le conté lo que estaba pasando, pero no suspendieron a las chicas porque si no la mitad del curso estaría sin asistir al colegio y no era una idea que
o quedó despué
o suspendieron por una semana, y
ser pobre? -no
ue
es ho
horrible, y
or él -confesé. K
areció
or.
ponder una pregunta con otra? -cue
amente lo mismo, así que n
lo mismo
ndo o no? -vol
ficaba que me gustara. Para nada. Además, no lo conocía de
ractiv
el momento en que me pre
ché el cinturón de seguridad en cuanto Kendall estacionó al
lado se abrió y
ije, no
e él porque, por alguna extraña raz
s por qu
gió de
pregunto cuando
har
es q
ba y admiraba eso de mi prima. A mí me costaba muchísimo el simple hecho de hablar con una persona. Solo cuando se acercaban a habla
en
lo haga? -leva
-me
Po
s de tu incumbencia -respondí y me eché a caminar hacia mi casa-. Entraré a salud
más cómoda -hizo una un ademán para que mirara su atue
en
ía super en familia todo el tiempo. E inclusive mis abuelos vivían bastante cerca de n
s me vieron, mis mascotas se a
. Toby me empezó a lamer la pierna
a persona se acercó y, al levantar
ada a abrazarlo. Sus brazos me envolviero
ó mi cabeza-. Dios, ¡
bía echado de menos ese ar
para mirarlo. Me observó de arrib
metro más? ¡
veía más alta. Al principio, cuando era más pequeña, he de admitir que me lo creía, pero conforme fui creciendo mentalmente me d
epuso Jackson, el segundo hijo, y el herm
sus quince años ya era muy alto, y eso que aún le quedaba un poco más de estiram
e dije a mo
imiento
donos. Obviamente no nos odiábamos, todo lo contrari
os comiendo. Había tomado asiento al
egó sobre su novio secreto. Su nombre era Chad, si mal no recordaba, y era u
ivocaba,
esa pregunta. Eres mi prima,
ndo tu opinión. Anda
comentario
se dio cuenta de que su
-respondí nuevamente, y ella
opinión a ella, prefería guardarme el comentario para mí y guardarlo en un pozo. Kend había tenido varios noviecitos en sus diecisiete años, y nunca me agr
anteojos. Desde allí él no me agradó, pero no pude evitar admitir que tenía razón. Necesitaba anteojos, mi vista estaba fallando un poco. Es por eso que debí llevar anteojos, fui diagnosticada con Miopía: es una afección que permite ver correctamente l
ahora mides cinco metros más -exageró en cuanto aparecí en la s
quería hacer
re intentase levantarme el ánimo cuando veía que mi estatura me estaba afectando en el momento. No me estaba sintiendo mal ni nada por el estilo, pero Isaac era tan bueno que intentaba mejorar
mis hombros en cuant
-concordó Jackson, metién
-advertí. Itima vez, hace unas dos semanas, nos relató sobre la vez en que casi lo meten preso a los quince años por tirarle una piedra al auto de un policía. Esta vez nos conta
io mi madre casi quema la casa
hermano Isaac, pero podía ver qu
la con las ganas por el suelo. Me bajé del auto
uer
y llegaba tarde, como siempre, pero no me importaba porque no me decían nada si llegaba un
ien por cómo él miraba atento a las acciones de los muchachos. Me quedé parada a un par de metros de la entrada, m
lo tanto, no iba a poder ayudarme a parar la violencia que se estaba manifesta
ratara a un ritmo que no podía controlar. Me daba mucho miedo, si me metía a
uatro estúpidos. Creo que eran chicos de quinto año. Sus caras no me resultaban conocidas, pero por
y les diré sus nombres! -como dije, no tenía ni idea de quiénes eran, pero mi mentira pareció funcionar. Aunque antes de irse, un desgraciado le dio otra patada al a
que estaba muy mal. Me sentí bien po
escuela, me acerqué y agaché a ver cómo se encontraba
evantara. Sentí un choque electico recorrer todo mi cuerpo, y no pude im
no lo