La Tristeza De Sus Ojos
m
lentamente en cuanto res
ejarme de él. Eso sería muy vergonzoso para mí y no podría volver a verle a la cara. Además, eso estaba fuera de lugar. Sentí tanta empatía con él porque yo sabía perfecta
el estómago, pero se levantó co
ermería? Deberían desinfec
abía la respuesta con seguridad, pero esperaba que no le desagradara qu
ás se
ómago y sobó la parte a
urís
rprendí al decirlo. No quería sonar pesa
da para empezar a caminar hacia la entrada-.
gar, observando s
versión muchísimo más amable de mi compañero. A simple vista y por lo poco que conversé con Aiden el viernes pasado había estado de mejor humor. Y ya que lo pensaba, no podía pretender que estu
me acompañes, p
edé sola en la entrada,
ro lo entendía, estaba enojadísimo por el suceso. Cuando a mí rara vez algún alumno me brindaba ayuda después de tener que sopor
entido v
que me hacían y antes también. Me daba mucho miedo y me hacía sentir avergonza
por mi tardanza y me senté en mi lugar. Observé a mi alrededor, tod
lo que el profesor estaba dando y lo que no tenía ganas de
d por alguien. Sonaba estúpido, pero así era. Estúpido y raro. Intenté enfocarme en lo que tenía que hacer y me propuse resolver los ejercicios dados. Me sentí orgu
casillero. Al ratito Kendall llegó a mi
le pregunté desp
altarnos las clase
as. No me gustaba nad
escuchas
ace y que si mis tíos se enteran te van a querer matar.
so
s que debe
de reojo mientras metía el libr
ta de verdad y no quiero
eguramente va a estar completamente vacía -acl
su res
sé -
no quieres, que te
. Su rostro de verdad
se va a d
él te quie
iame
rá de ti. Si no te sientes segura en hacer algo, Chad tiene que en
llero, la mir
algún parque o, quizás, a algún café? Kendall siempre me había dicho que quería esperar hasta el matrimonio para hacerlo, y que después, en la luna de miel, se entregaría al amor de su vida en
opuesta era una malintencionada. En el caso de que ella se fuese a la casa de él, habría dos posibilidades, ambas malas; la primera es que ella acepta a hacerlo para no verse mal, lo que implicaría que después se sienta muy mal. La segunda es que ella se niegue a ha
seas
vayas y te diviertas? Se te nota en la cara que estás asustada y
a lo que pensa
aso, pero la parte embobada de su cabeza la hacía sopesar y sopesar-. Prométeme que no i
sa pongo?
e no quieres, que
ue soy una
e es otro idiota en el
sp
enes que
ada al escuchar su respuesta. Temía que Chad le l
l aula, excepto la persona de la cual había querido saber desde que lo vi entrar al colegio. No tuve la suerte de verlo en los pasillos
? ¿Así como si nada
nta allí parada. Cuan
a enfermería le dieron el
taría s
o tenía idea de a qué se refería, pero en cuanto oí la
mi sorpresa, nuestros campos visuales se cruzaron. Fueron, quizá, tres segundos, pero la verdad es que los sentí eternos y
r qué no apareció en tod
o entendía muy bien
ente me atraía